Ataviados con una llamativa camiseta verde fluorescente, Giovani y Miroslav salen al encuentro de un grupo de alumnos del instituto Sant Vicent Ferrer de Algemesí que se disponen a entrar en la Murta. Giovani, de origen búlgaro aunque estudió el máster de Gestión de Proyectos Medioambientales en Dinamarca, se esfuerza en explicar en castellano las normas de conducta en el interior del Paraje Natural Municipal. «No se puede tirar nada a tierra, no se puede coger plantas ni frutos, discurrir por las sendas debidamente señalizadas, no se puede gritar para no molestar a la fauna...», se disculpa por su castellano, mientras un profesor le tranquiliza. «Lo hablas mejor que ellos tu idioma, seguro». Tras este primer servicio del día, Alexis llega con su bicicleta eléctrica a la finca y se incorpora al grupo.

Son los tres jóvenes que participan en el primer programa de voluntariado ambiental que desarrolla el Ayuntamiento de Alzira a través del Servicio Voluntario Europeo. Miroslav, eslovaco, también ha cursado estudios universitarios de gestión ambiental, mientras que Alexis, francés, completó el año pasado el máster de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en su país. «Creo que es una buena oportunidad para aprender a hacer otras cosas y para mejorar mi nivel de español», explica con un castellano más que aceptable.

Facilitar información a las personas que visitan la Murta y la Casella es una de las tareas que estos voluntarios tienen asignadas por el ayuntamiento, aunque también trabajan en la limpieza de las sendas del Paraje Natural Municipal y las zonas de aparcamiento y en identificar los puntos mal señalizados en el Anell Verd, una circunvalación para peatones y ciclistas, y su limpieza.

«La unión de la experiencia del ayuntamiento en la gestión de programas de voluntariado europeo y la riqueza de Alzira desde el punto de vista ambiental nos impulsó a presentar este proyecto, con el que buscamos ofrecer a los jóvenes que participan la oportunidad de cambiar sus vidas, mejorando sus habilidades personales al mismo tiempo que colaboran en la conservación, protección y promoción del patrimonio medioambiental de la ciudad», explica el concejal de Promoción Económica, Ivan Martínez. Los tres voluntarios trabajarán en Alzira hasta septiembre, tras completar una estancia de seis meses en la que podrán comprobar como las autoridades locales diseñan políticas y actividades de conservación ambiental y de difusión del patrimonio natural.

«Es una forma de conocer gente y aprender el idioma»

«Quiero vivir en España, no encontraba trabajo en Dinamarca y pensé que era una buena oportunidad para trabajar aquí y conocer la cultura laboral que hay en España». Giovani Nikolov, de 28 años, es el mayor del equipo de voluntarios ambientales. Estudió castellano durante una estancia previa en Valladolid y ha visto en este programa europeo una oportunidad para mejorarlo. «Me gusta la Murta y creo que está bien gestionada, si acaso falta un poco de señalización para que la gente no tire basura», comenta.

El eslovaco Miroslav Vitek ha recorrido ya gran parte de las sendas del Paraje Natural Municipal. «Hay muchos sitios interesantes, me gusta La Murta y La Casella», relata, mientras señala que solicitó su participación en este programa como una forma de «conocer gente diferente y aprender el idioma». Cabe señalar que estos voluntarios asisten a clases de castellano en la escuela de adultos Enric Valor.

El bretón Alexis Ogaur, de 23 años, se enroló en este proyecto ambiental pese a que poco tiene que ver con los estudios que había cursado. «Estaba buscando trabajo y pensé que el Servicio Voluntario Europeo era una buena oportunidad de aprender a hacer otras cosas y también de mejorar mi nivel de castellano». «Tenemos suerte de trabajar en la naturaleza cada día, es más interesante, por ejemplo, que trabajar en una oficina», comenta mientras señala que los usuarios de algunos parajes de la ciudad «podrían ser un poco más limpios», si bien afirma que la gente que practica senderismo «tiene bastante sensibilidad» y parajes como la Murta y la Casella son enclaves respetados por los usuarios.

El edil responsable de la Agencia Idea, que gestiona los programas europeos -éste se deriva del acuerdo entre el programa Life y el Erasmus + para promover oportunidades en el área de medio ambiente- explicó que, si bien el Ayuntamiento de Alzira tiene una amplia experiencia en este tipo de iniciativas de voluntariado, se trata del primer programa de carácter ambiental. Ivan Martínez comentó que la cifra de voluntarios europeos se ha ampliado de forma progresiva hasta alcanzar 74 el año pasado. Por otra parte, recordó que también hay gente de Alzira en la Universidad de Madeira que también realizan prácticas en empresas.