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Veinte años de sonido libre

Aljazzira Jazz Club ha logrado popularizar y ensanchar el número de entusiastas al programar conciertos en espacios públicos Creó una Big Band y hasta traslada la música a casas particulares

Los conciertos en casas privadas resultaron un éxito. levante-emv

Se le atribuye a Louis Armstrong la siguiente afirmación tras ser preguntado sobre qué era el jazz: «Si tienes que preguntarlo, nunca lo sabrás». Esa podría ser la filosofía utilizada por el Aljazzira Jazz Club de Alzira, que desde hace veinte años lleva a la calle y a los espacios culturales un estilo de música de lo más peculiar, para que ningún vecino tenga que hacerse jamás esa cuestión. Simplemente tienen que acercarse a un concierto y experimentarlo.

El club local tiene su origen en 1998, recuerda su presidente, Javier Ramírez, tras existir un caldo de cultivo que apuntaba en esa dirección: «Quique Aranda Mata, gestor cultural de la época, programaba de manera esporádica conciertos de jazz en la Casa de la Cultura. En Alzira existía una escuela de música moderna y creativa, a cargo del contrabajista local Amadeu Adell; además, hacía poco que había nacido el club de cine y también estaba el referente del club de jazz de Tavernes».

A eso se sumaba el apoyo institucional del ayuntamiento. «Junto al concejal, Josep Lluis Andrés, antes de las fiestas de Sant Bernat, surgió la idea de hacer una muestra en la calle. Era un único con una Big Band y un importante despliegue técnico, pero que tampoco se hizo con visos de que tuviera continuidad. De hecho, el cartel ni siquiera tenía un número uno delante», explica Ramírez. Aquel concierto en la Plaça del Forn marcó un antes y un después en la cultura de la ciudad.

Germen de la asociación

En ese momento no lo sabían, pero había nacido la Mostra de Jazz al Carrer, que este año alcanza su vigésima edición. Pero, también había surgido el germen de la asociación. «Pasado el verano decidimos que debíamos ponernos en serio para que aquello no quedara en una anécdota y se repitiera. En ese momento, como amantes del jazz, lo que nos preocupaba era que si Quique Aranda dejaba el cargo de gestor cultural, se abandonaran los conciertos de este estilo. Queríamos evitar que desapareciera de la programación de Alzira, y con un club detrás que hiciera fuerza para que continuara», rememora el actual presidente. Figuras como Quique García o Ricardo Beneito también fueron clave en la creación del club de jazz alcireño.

Desde aquel momento, todos los meses se programa un concierto en la Casa de la Cultura. Y cada año, el jazz toma la calle con una muestra de cara al público. Sin olvidarse del ciclo del conocido como «Jazz a casa», que ofrece conciertos en un ambientes hogareños.

Aunque su éxito queda lejos de los grandes nombres del panorama musical comercial, tiene un gran mérito que incluso llegaran a fundar una agrupación musical. «Creamos una Big Band que funcionó durante muchos años, unos siete», expone Xavier Claur, reconocido ceramista y secretario del club de jazz. «Aglutinamos unos veinte músicos, todos ellos valencianos y que habían estudiado en la clásica, pero que tenían una cierta inquietud por el jazz. Pero era complicado, sobre todo a la hora de tener un local de ensayo. Siempre hemos echado de menos tener un local propio, bien cedido por el ayuntamiento y compartido con otras asociaciones o de tipo privado, para poder hacer conferencias o reuniones», asegura.

«Hacer afición»

Lejos de las grandes masas y los deslumbrantes focos, el club de jazz se ha ganado su público. «Se acerca gente a nosotros y a los conciertos, pero no tanta como nos gustaría, sobre todo si hablamos de jóvenes. Pero es muy gratificante que alguien salga contento y te dé las gracias por haber organizado una actuación de tanto nivel por dos o tres euros. Aquí se hacen conciertos que València valdrían veinte», manifiesta Ramírez.

Si bien es cierto que en ocasiones se puede considerar al jazz un estilo complejo de cara al público, estos amantes de la música saben cómo complacer al respetable: «En el ciclo de conciertos mensuales se programa jazz de todo tipo, tanto para los más experimentados como para la gente que se inicia. Pero en la Mostra de Jazz al Carrer, al ser en un espacio abierto en el que buscamos que se acerque gente, siempre programamos los estilos más asequibles, Latin Jazz, Dixie Land... Son estilos agradables, de fácil compresión y que hacen afición».

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