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Cullera dedica una bienal al maestro Joaquín Rodrigo

El compositor veraneaba en su chalé de la playa Los Olivos

Imagen de Joaquín Rodrigo en su chalé de Cullera. | LEVANTE-EMV

La memoria de Joaquín Rodrigo permanecerá para siempre en Cullera. La ciudad le va a dedicar una bienal, un festival de música de cámara dedicado al maestro valenciano para dar a conocer la herencia musical de este immortal compositor valenciano que conquistó el mundo con su «Concierto de Aranjuez» y que escogió un chalet situado frente a la playa de los Olivos para descansar e inspirarse. «Existe una vinculación especial entre el compositor y nuestra ciudad», destacó ayer el alcalde, Jordi Mayor.

En dos recitales se repasará su obra. En el primero actuará la guitarrista internacional residente en Bélgica Ana Santisteban y cerrará el Festival el grupo OMsemble con un recital de piano y violín a cargo de Antonio Oyarzábal y Claudia Sansón. Ambos conciertos se desarrollarán en el Auditorio Municipal de Cullera.

La bienal se suma a la amplia y variada agenda de eventos musicales que tendrán lugar este verano: el festival Zevra; el certamen nacional de bandas de música de cine ; el primer festival de ópera al aire libre; el Medusa Sunbeach Festival, y el concurso internacional de violín CullerArts. «En Cullera hay espacio para cualquier tipo de género musical, desde la música clásica hasta la electrónica, subraya el primer edil.

El objetivo del director artístico de la bienal, Bernardo Alcalá Tello, es atraer «a los amantes de la música clásica y también a jóvenes que estudian música, disfrutan yendo a conciertos y sienten afinidad con el maestro Rodrigo». El festival persigue «descubrir la persona que hay detrás del maestro a través de su música y de la música de cámara en general».

La intención del director artístico es incorporar a al festival en futuras ediciones a la ciudad de Sagunto, donde nació el compositor y también Valencia, ciudad donde el Maestro estudió antes de su etapa parisina. Además se ha abierto una vía de colaboración con la Fundación ONCE para que en futuras ediciones puedan participar artistas jóvenes invidentes y convertirlo en un festival inclusivo donde los artistas ciegos tengan proyección.

Rodrigo sufrió ceguera desde los 3 años y fue jefe de la sección artística de la ONCE. «Los años impares impulsaremos proyectos socio-educativos e inclusivos con los que, a través de la música, ayudar a personas con todo tipo de dificultades», apunta Alcalá.

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