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Gandia modifica el paseo del espigón ante el peligro de que los temporales causen daños

El proyecto sufre un retraso de meses, pero el alcalde confía en iniciar las obras en otoño - El presidente de la Autoridad Portuaria ya advirtió del riesgo de los temporales

Gandia modifica el paseo del espigón ante el peligro de que los temporales causen daños

El proyecto para convertir en un paseo turístico el espigón de 1.080 metros de longitud que protege el puerto de Gandia se va a retrasar. Los técnicos del ayuntamiento que desde hace meses están trabajando en el diseño de esa actuación han tenido que modificarlo para garantizar la seguridad de todos los elementos que se instalarán en la futura explanada.

Lo anunció el pasado viernes el alcalde de la ciudad, Arturo Torró, quien no obstante confía en que las obras, valoradas en 1,5 millones de euros, puedan empezar el próximo otoño. Dado que existen ciertas complejidades en una actuación como esta, no hay fecha para su finalización, pero la confianza es que esté para el verano del próximo año.

El retraso que ha sufrido esta actuación, que el Gobierno gandiense considera muy importante para mejorar el atractivo turístico, se debe a la necesidad aplicar la máxima garantía para que los temporales marinos no se lleven los elementos que se instalarán.

Se sabía que iba a ser así. El día que se firmó el convenio para realizar esta obra, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, ya advirtió al alcalde de la ciudad de que se iba a trabajar sobre una zona sensible, e incluso reconoció que, cuando haya previsión de fuertes vientos, habrá que cerrar el acceso a las personas.

Es cierto que el Mediterráneo no es el océano Atlántico y que los temporales son menos intensos, pero aun así en Gandia todos saben que en algunas ocasiones los fuertes vientos de levante o del noreste eleva las olas hasta rebasar la enorme mole del espigón. No es lo habitual, pero tampoco es insólito.

Arturo Torró indicó que el paseo se logrará con la colocación de grandes plataformas de hormigón sobre la superficie elevada del dique portuario. Encima pondrá pavimento y mobiliario urbano.

Un proyecto singular

La franja inferior del espigón siempre ha estado abierta a los paseantes, pero no la zona superior, donde existe riesgo de accidentes. Así y todo, no son pocas las personas que se aventuran, por su cuenta y riesgo, a meterse entre grandes piedras y bloques de hormigón sin ninguna protección o a caminar por la parte más alta, estrecha y sin barandillas.

Lo que el ayuntamiento busca es aprovechar este espacio para animar al paseo con todas las garantías. Quienes diseñan la obra son conscientes de que se trata de una actuación muy singular que ofrecerá extraordinarios paisajes a los futuros usuarios. Vistas hacia el mar, el puerto, la costa situada al norte y al sur, y, a poniente, todo el «skyline» de la playa de Gandia recortado sobre el perfil del macizo del Mondúber.

El Ayuntamiento de Gandia está redactando el proyecto, pero el millón y medio de euros que cuesta lo pagará la entidad Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento.

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