Lo llevaban advirtiendo prácticamente desde el primer día que la consellera de Educación, María José Català, anunció que el curso escolar 2014-2015 empezaría el 3 de septiembre. Lo alertaron los mismos profesores, los sindicatos y los partidos políticos y, al final, los datos les están dando la razón a todos ellos.
Más allá de los problemas ya publicados por este periódico que el calor está generando en centros como el IES Vall de la Safor de Villalonga, el adelanto de las clases ha provocado que el negocio hostelero de la playa de Gandia se haya desplomado en un 25 %. La cifra se basa en lo que se consideraría normal en una semana de septiembre de cualquier otro año, según reconocía ayer el presidente de la Asociación de empresarios del Turismo y la Hostelería de la Safor (Asemthsa), Emilio Rees.
Nunca hasta ahora el curso había empezado tan pronto en la Comunitat Valenciana y, si bien es cierto que a partir del 1 de septiembre la campaña turística en Gandia y la Safor no tiene la misma intensidad que en julio y agosto, los hosteleros critican que la medida del Consell ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para sus intereses este año.
«Hay turismo, no voy a decir que no, pero no es el perfil de turista que consume como el que en años anteriores venía porque se cogía las vacaciones la primera semana o la primera quincena de septiembre», reconocía ayer a este periódico el propio Rees. «Ahora son más matrimonios mayores, de la tercera edad, que no consumen tanto como las familias», apuntaba.
Y eso que la única autonomía en la que los chavales han empezado a ir a clase tan temprano es en la Comunitat Valenciana porque, sino, el impacto podría haber sido aún peor de haberse seguido la medida en otras autonomías.
El año pasado fue la lluvia
«La verdad es que estos de la conselleria no han tenido muchas luces. Ya lo denunciamos cuando nos enteramos de la decisión e incluso hubo quien propuso una manifestación entre todos los asociados de la entidad pero al final la idea no salió adelante porque ya estábamos hartos de protestas en la playa», dijo Rees.
El presidente de los hosteleros recordaba que tampoco el año pasado fue del todo buena la primera semana de septiembre. «Los últimos seis días de agosto estuvo lloviendo y eso arrastró a que se notara cierto descenso en septiembre pero, si se compara con otros años, como por ejemplo el 2012, lo hemos notado muchísimo a nivel de trabajo en los negocios de la playa de Gandia».
