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PP y PSPV de Tavernes auguran un difícil final de legislatura a Compromís

Los once concejales que suman, junto a Karina Vercher, protagonizan una insólita protesta ante el salón de plenos Borràs, socio de gobierno hasta ahora, acusa a Jordi Juan de querer quedarse solo

PP y PSPV de Tavernes auguran un difícil final de legislatura a Compromís

El alcalde de Tavernes de la Valldigna, Jordi Juan, y el grupo que le apoya, Compromís, no lo van a tener nada fácil para gestionar la tercera ciudad de la Safor hasta las próximas elecciones.

Si el miércoles pasado se consumaba la ruptura total del Gobierno con la destitución de los tres representantes del PSPV, ayer la oposición, incluyendo ya a los concejales socialistas, protagonizó su primera puesta en escena para dejar claro que tienen la mayoría absolutísima en el pleno y que esa es la nueva realidad política. Es decir, 12 concejales frente a solo 5 de Compromís.

El PP, el PSPV y la No Adscrita Karina Vercher acudieron a las 13 horas al ayuntamiento para «participar» en el pleno anunciado por el alcalde para someterse a una cuestión de confianza. Todos sabían perfectamente que ese acto no se iba a realizar porque el alcalde finalmente no ha convocado la sesión, de manera que los doce concejales de los tres grupos vistieron ese gesto como una seria advertencia a un alcalde que está en franca minoría.

Una vez allí, Levante-EMV recogió la opinión de los portavoces, que coincidieron en cargar contra la primera autoridad local y el grupo que lo sustenta.

Ante la puerta cerrada del salón de plenos, Manolo Vidal, del PP, dijo: «este es el talante y la opción dialogante del alcalde. Ahora se puede apreciar que no es momento de tantas fotos sino de hechos. El consenso que Jordi Juan quiere aplicar en este ayuntamiento es el de echar a quienes no estamos de acuerdo con sus políticas, como le ha ocurrido a los socialistas».

Víctor Borràs, portavoz del PSPV y hasta hace cuatro días socio del Gobierno local, añadió que «lo único que el alcalde ha cumplido de lo dicho el miércoles pasado en el pleno es echarnos del gobierno», algo que atribuyó «a la estrategia de Jordi Juan para quedarse en solitario» al frente de la gestión municipal.

Karina Vercher, por su parte, también calificó de «falta de respeto» que el alcalde no convocara el pleno para debatir la cuestión de confianza.

A seis meses de las elecciones

Del otro lado, la respuesta no se hizo esperar. Desde Valencia, donde el alcalde participaba en una reunión de Compromís, Jordi Juan calificó como «un acto de teatro» que el PP el PSPV y Karina Vercher fueran al salón de plenos «cuando sabían perfectamente que no existía convocatoria», e ironizó preguntándose si los 12 concejales habían encontrado al secretario del ayuntamiento, cuya asistencia al pleno es obligatoria para dar fe pública de lo que se aprueba.

Finalmente, Jordi Juan dijo que la concentración de concejales de ayer «demuestra la coalición encubierta entre el PP y el PSOE», y concluyó que este último grupo «ya estaba haciendo oposición desde dentro del gobierno».

A seis meses de las elecciones, el ayuntamiento entra en una fase de enorme inestabilidad política de imprevisibles consecuencias.

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