Desde Juan Román a Arturo Torró pasando por Salvador Moragues, Pepa Frau y José Manuel Orengo, todos los alcaldes democráticos de Gandia han acudido a los actos religiosos que se celebran en la ciudad, y siempre acompañados de concejales de todas las formaciones políticas.

En esta ciudad, como en la mayoría de municipios valencianos, los alcaldes y representantes de la corporación ocupan lugares de honor, e incluso la presidencia de algunas procesiones, como las del «beatet» o las muchas que se celebran en la Semana Santa local.

El PP, que gobierna Gandia desde las pasadas elecciones, no ha supuesto ninguna novedad en esta «tradición secular», como lo califican muchos de los que, con más o menos convicciones religiosas, confiesan que están en esos actos porque «se ha hecho toda la vida».

Sea o no coincidencia, la pretensión de Arturo Torró de nombrar «alcaldesa perpetua» a la Mare de Déu dels Desemparats de Gandia llega apenas tres días después de que la candidatura Més Gandia (en la que está integrada Compromís), anunciarse que en su programa electoral figurarán acciones tendentes a impulsar «el laicismo» de la Administración local, dejando que sean las entidades religiosas las que, en el libre ejercicio de sus convicciones, organicen y presidan esos actos.

En la Safor el mejor ejemplo de eso es Bellreguard, limítrofe con Gandia. Tras las primeras elecciones el ayuntamiento decidió que ningún cargo público representaría a la institución en actos religiosos. Así se ha mantenido hasta ahora, sin que eso haya generado polémica, pese a que han gobernado todos los partidos.