La estampa ayer era, cuanto menos, llamativa. En uno de los días más calurosos de lo que llevamos de año, con media España de vacaciones de Semana Santa y deseosa de darse el primer chapuzón en su destino de vacaciones, la playa de la Goleta, en la zona norte de la costa de Tavernes de la Valldigna se llenaba de maquinaria pesada y operarios que empezaban los trabajos para aportar arena a este espacio con graves problemas de regresión.
El trasiego de camiones y palas cargadas de arena se mezclaba con los bañistas que tomaban el sol. Esta actuación estaba prevista pero tenía que haberse llevado a cabo antes de finales del 2014. Al menos a ello se comprometió el pasado noviembre el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano.
Costas informó hace unos días a este periódico de que la falta de una autorización de Medio Ambiente era la causante del retraso de los trabajos, algo que resulta curioso cuando es la misma administración de la que depende el ente que tiene competencias para actuar en las playas españolas.
Tampoco la actuación que se está llevando a cabo es la que se había previsto. A diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, no se realizará una aportación con arena que se traslada desde otro lugar, sino que lo que se hará es un «movimiento interno de tierras». El material se recogerá de la zona de desembocadura del río Vaca, en la misma playa de la Goleta, y se trasladará hasta el punto donde se encuentra la playa urbana, junto a las viviendas.
Otro aspecto llamativo es que los trabajos que empezaron ayer se detendrán desde el viernes al próximo martes y entre el viernes y el lunes de la próxima semana por Sant Vicent, por lo que la actuación se alargará hasta el 15 de abril. Es cierto que, si no hay otro temporal y se la vuelve a llevar, la playa estará lista para verano, pero un poco más de previsión podría haber hecho que también lo hubiera estado en Semana Santa.
Desde el Gobierno local vallero, de Compromís, criticaron que esta actuación «no soluciona nada» y que no es más que un mero parche. Reclaman a la Generalitat que lleve a cabo el necesario proyecto que acabe con el problema de forma definitiva.
