Tras el previsto y no menos anunciado cierre del antiguo hospital Francesc de Borja, estamos asistiendo a una especie de ceremonia de la confusión. La clausura de las instalaciones de la zona de Roís de Corella ha llenado de penuria un distrito que hasta hace unos días rebosaba una gran vitalidad. Entiendo que para un gobierno local cuyo partido que lo sustenta -el PP- ha votado en las Cortes Valencianas hasta en tres veces en contra de un uso sociosanitario de la instalación, debe ser engorroso buscar y encontrar una justificación en la actitud de sus correligionarios. Pero una cosa es predicar y la otra dar trigo. Sorprende escuchar las peregrinas razones que esgrimen los populares gandienses, quienes se autoproclaman únicos defensores de la continuidad del antiguo hospital y arremeten contra las restantes fuerzas políticas al grito de «no han hecho nada en estos últimos cuatro años».

No me extenderé en todas y cada una de las mociones presentadas por los parlamentarios socialistas valencianos en la legislatura que está a punto de concluir en defensa del uso sociosanitario de la instalación. Hace años que dejé de creer a pies juntillas en la «versión oficial». Las hemerotecas se han convertido en grandes enemigos de los políticos olvidadizos o, simplemente, tramposos. La respuesta a las dudas que pueda tener en estos momentos la ciudadanía en general, y de forma particular los vecinos y comerciantes del distrito de Roís de Corella, se encuentra en el Diario Oficial de Sesiones de les Corts Valencianes. Por si quieren sumergirse en sus contenidos, les diré que el índice analítico del buscador no funciona, por lo que les recomiendo repasar sesión tras sesión hasta dar con la deseada. Con una hay suficiente para salir al paso de las peregrinas excusas del gobierno local.

Para desmontar la propaganda de la maquinaria mediática popular, basta con reproducir de forma literal la intervención en el Pleno de las Cortes Valencianas del 17 de diciembre de 2014, del diputado del Grupo Socialista Ignacio Subías. El castellonense defendía una enmienda a los presupuestos de la Generalitat para el 2015 en materia de sanidad y en un momento de su intervención afirmaba textualmente: «?y la remodelación del hospital Francesc de Borja. Cuando el Francesc de Borja se traslade al nuevo hospital de la Safor, hay que aprovechar el Francesc de Borja para llevar adelante un centro de salud integrado y una zona de atención para pacientes sociosanitarios y crónicos. Nuestras enmiendas suponen algo más de 31 millones de euros. Ustedes volverán a rechazarlas sin argumentos. Seguirán afirmando que los presupuestos son realistas, que muestran su sensibilidad por la sanidad y los servicios sociales. La realidad es que ustedes han provocado recortes, incumplimientos, pérdidas de derechos, deudas, impagos, oscurantismo, inestabilidad, desincentivación de profesionales y mercantilización del sistema. Lo único bueno -se lo dije- es que son sus últimos presupuestos».

Obviamente el rodillo de la mayoría absoluta de los populares valencianos abortó la iniciativa del responsable socialista de sanidad. Quiere ello decir que en los presupuestos autonómicos vigentes para este 2015 no hay un solo euro de la Generalitat destinado al antiguo hospital Francesc de Borja.

Opino que los denominados «proyectos de ciudad» deberían surgir del consenso entre todas las fuerzas políticas con representación municipal. Si esto fuera así, hoy el Partido Popular podría hacer suyo el proyecto del Partido Socialista; un proyecto realista, consensuado con médicos, comerciantes y vecinos y lo que es no menos importante, con quien podría ser el próximo President de la Generalitat, Ximo Puig.

Además, con una valoración de su coste: 10.800.000 euros. Pero no. Es mejor mantener la disciplina partidista y responsabilizar a todo el mundo de tus errores por acción u omisión, evadiendo tu propia responsabilidad y sacando de la chistera de la factoría Disney alguna que otra infografía a coste cero, de esas que tanto dinero han costado a los gandienses en la presente legislatura.