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Hallan dos cadáveres en un nicho al ir a enterrar a un familiar en Gandia

Los cuerpos, de varias décadas de antigüedad, estaban junto al ataúd en el que se iba a colocar a una persona La policía retiró los restos, que son de una mujer y un recién nacido, para su análisis

Hallan dos cadáveres en un nicho al ir a enterrar a un familiar en Gandia

Un cortejo fúnebre que el jueves de la semana pasada procedía a inhumar a una mujer en el cementerio municipal de Gandia se llevó una sorpresa mayúscula cuando, al abrir el nicho en el que iba a depositar el cuerpo, se encontró con un lienzo que envolvía los restos de dos personas, una mujer y un recién nacido.

Los dos cadáveres se encontraban junto al ataúd del esposo de la difunta a quien iban a enterrar, que fue abierto para poder colocar juntos los cuerpos del matrimonio, como era el deseo de la familia.

Según señaló a este periódico un familiar, el ataúd que ocupaba reglamentariamente el nicho no estaba abierto, dado que el hombre falleció en 1971 en un accidente de tráfico y fue enterrado en una caja precintada. Lo que nadie entendía es por qué en ese lugar había otros dos cuerpos que alguien dejó junto al féretro sin nigún tipo de registro.

Tras la sorpresa que se mezcló con la tristeza del último adiós a un familiar, uno de los presentes, que es agente de la Policía Nacional en Gandia, señaló que lo correcto era avisar inmediatamente a la comisaría y al juez. Así se hizo y al cabo de un rato una patrulla se presentó en el cementerio municipal, inspeccionó el nicho y se llevó la sábana con los restos de la mujer y el recién nacido para que sean analizados en el Instituto Anatómico Forense.

En un primer análisis, todo apunta a que ambos esqueletos corresponden a dos personas que fallecieron incluso antes de 1971, cuando se enterró a la persona a quien corresponde en nicho. Ello induce a pensar que se pudo cometer un error durante las obras de mejora y ampliación del cementerio que se realizaron justamente entre los años 1970 y 1972, época en la que se desenterraron muchos cuerpos que yacían bajo el suelo y otros que estaban en nichos muy antiguos. Tras envolverlos en un lienzo, pudo haberlos dejado junto al ataúd de la persona que había sido recientemente enterrada y allí quedaron los tres cuando se clausuró la pequeña cavidad y se puso la lápida con el nombre del difunto que la ocupaba reglamentariamente.

La otra hipótesis sería una profanación del nicho una vez cerrado, pero es algo que se apunta mucho más difícil de explicar.

Superada la sorpresa, la familia que el jueves pasado estaba de duelo pudo enterrar a la mujer, que ya descansa para siempre junto a quien fue su esposo.

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