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El Síndic reprocha a Gandia el deterioro en el centro deportivo Roís de Corella

Un usuario llega con su queja hasta el defensor del pueblo tras presentar varias reclamaciones desde el verano pasado a la concesionaria y al ayuntamiento El Gobierno local adjudicará la gestión a otra empresa antes de que acabe esta legislatura

El Síndic reprocha a Gandia el deterioro en el centro deportivo Roís de Corella

El Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, José Cholbi, ha recomendado al Ayuntamiento de Gandia que adopte «todas las medidas que considere necesarias» para que la empresa concesionaria del Centre Esportiu Roís de Corella, de titularidad municipal, «repare con rapidez todos los desperfectos que se produzcan» y las instalaciones estén «en perfecto estado de uso».

La resolución se firmó el pasado jueves, 30 de abril, tras las quejas de uno de los usuarios del centro, quien tuvo que recurrir al defensor del pueblo valenciano tras un largo peregrinaje ante otras instancias que empezó por el propio centro deportivo, y siguió por la OMIC, el responsable de Deportes y hasta el propio alcalde, Arturo Torró, tanto comunicándoselo tanto en persona como a través de las redes sociales.

Esta resolución del Síndic coincide con el proceso de contratación puesto en marcha por el ayuntamiento para adjudicar nuevamente el centro deportivo, una licitación que el Gobierno local, del PP, promueve ahora pese a que la actual concesionaria, Rispac Gestió, disfrutaba de una prórroga hasta octubre. El ayuntamiento sacó a información pública el lunes pasado el nuevo pliego de cláusulas administrativas.

El afectado, que suele acudir a entrenar con frecuencia al CE Roís de Corella, empezó a reclamar por algunas disfunciones ya en agosto de 2014, primero en el mostrador del propio centro deportivo, donde recibió, según su versión, «amenazas de expulsión y falta de respeto por pedir que se repararan la sauna y las máquinas averiadas o que se conectara el aire acondicionado», y continuó por la Concejalía de Deportes y la OMIC, pero ante la falta de soluciones elevó su queja al Síndic de Greuges, que a su vez dio audiencia al ayuntamiento antes de emitir la citada resolución.

Otras de las quejas elevadas al Síndic son que en la piscina sólo había tres sombrillas; que la rotura en una barandilla de acero se arregló con cinta aislante; la sauna se desconectaba de forma intermitente; la prensa de piernas horizontal se bloquea y está inservible; hay grietas en sillines de bicicletas estáticas; algunas esterillas están desgastadas, o se han desprendido revestimientos cerámicos, entre otras.

El director general de Deportes, Marcos Estruch, a preguntas de este periódico, negó, en primer lugar, que exista una relación directa entre las quejas formalizadas por este usuario y el nuevo proceso de contratación en curso. «Ya teníamos previsto sacarlo a exposición pública en octubre de 2014, cuando acababa la concesión, pero se ha retrasado hasta fechas recientes por cuestiones burocráticas y técnicas», aseguró.

Respondió que la sauna sí funciona y que el aire acondicionado en las salas de entrenamiento se suele enchufar a petición de la mayoría de los usuarios. Añadió que la piscina, que ahora está cerrada, se reabrirá el 6 de junio y para esa fecha estarán a punto y solucionados todos los problemas mencionados por el afectado.

Marcos Estruch garantizó que la actual empresa, antes de marcharse, «deberá dejar el centro en las mismas buenas condiciones en las que lo cogió», incluso se le detraería de la fianza la cantidad necesarias por arreglar cualquier tipo de desperfecto.

La salida a concurso del centro ha sido motivo de disputa política en los últimos días. El Gobierno local, consciente de que la actual empresa no desea continuar, quiere adjudicar a otra la gestión integral, para un periodo de cuatro años prorrogables a dos y por un canon anual de 12.163 euros, que podrá ser mejorable al alza.

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