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Denuncian la agresión de un padre a su hijo menor en un centro comercial de Gandia

El matrimonio que ha interpuesto la demanda recriminó al hombre que golpeara al pequeño y su respuesta fue que «yo no le pego, le educo»

Un matrimonio de Gandia ha presentado una denuncia ante la comisaría de la Policía Nacional de la ciudad por los presuntos malos tratos a los que, supuestamente, estaba sometiendo un padre a su hijo pequeño en un centro comercial de la ciudad.

Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado. Según la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, un hombre y su mujer se disponían a realizar sus compras cuando, al entrar en el establecimiento vieron a una persona que arrastraba un carro de la compra con un menor de entre cinco y siete años sentado en su interior. «Este hombre llevaba una discusión acalorada con quien, al parecer, era su hijo», señala el denunciante en el escrito presentado ante la policía. A renglón seguido, asegura, presenció cómo el padre «golpeó con un manotazo muy fuerte en la espalda» al pequeño.

En ese momento, el denunciante decidió no intervenir, pese a que le dolió presenciar la escena. La casualidad quiso que una vez dentro del centro comercial, el matrimonio volviera a encontrarse otra vez con el pequeño y quienes se suponía eran sus padres.

En ese momento, explica, se percató de que «el varón adulto seguía discutiendo con el pequeño» y que «en un acto repentino golpeó varias veces la cara del niño con la mano abierta». Pese a que la escena le producía pavor, el denunciante, de nuevo, decidió no intervenir.

Pero aún hubo un tercer encuentro. En este caso, el hombre presenció una nueva escena de presunta violencia del padre hacia el menor de edad. Explicó a los agentes que vio «como el varón empujaba y zarandeaba» al niño para, posteriormente «volver a golpear con la mano abierta» su rostro.

Al contrario que en las ocasiones anteriores, la persona que presentó la denuncia le recriminó su actitud al padre. «¿Usted no sabe que no se puede pegar a un hijo?», le preguntó. La respuesta que según él recibió del presunto agresor fue que «no lo estoy pegando, le estoy educando».

En ese momento, explicó, quien parece ser que era la madre del pequeño supuestamente agredido, «empezó a gritarme que era un gilipollas al tiempo que me propinaba empujones y manotazos, uno de los cuales impactó en mi brazo causándome varios arañazos superficiales». Ante tal actitud, el hombre dio aviso a la Policía Local, que procedió a levantar acta, y posteriormente presentó la pertinente denuncia.

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