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Un estudio revela que la N-332 a su paso por Oliva supera en un 15 % el nivel acústico que marca la ley

El trabajo elaborado por el Campus de Gandia revela que prohibiendo el paso de vehículos pesados el ruido se situaría por debajo de 65 dB

Un estudio revela que la N-332 a su paso por Oliva supera en un 15 % el nivel acústico que marca la ley

Acaba una nueva legislatura y lo hace, otra vez, sin que el Ministerio de Fomento haya puesto solución al mayor problema que sufre la ciudad de Oliva, la N-332.

Los vecinos llevan reclamando desde hace décadas el desvío de esta vía que parte en dos el casco urbano y por la que circulan miles de coches cada día, mermando la calidad de vida de los ciudadanos.

Motivos para seguir reivindicando la infraestructura no les faltan pero ahora tienen uno más y con un gran peso científico.

Un estudio elaborado por investigadores del Campus de Gandia ha revelado que la N-332 a su paso por Oliva incumple todos los parámetros acústicos que marca la ley para espacios en los que predomina el uso residencial. Eso significa, en términos prácticos, que los vecinos de esta ciudad están sometidos a un nivel de contaminación acústica muy superior de lo que deberían.

El trabajo, elaborado a petición del propio ayuntamiento, se llevó a cabo a finales del pasado mes de mayo, por lo que es extraordinariamente reciente, y señala, tras exhaustivas mediciones, que «los niveles de ruido son excesivamente elevados», superando «los criterios de calidad en 10 decibelios (dB)», un 15% superior al límite legal.

Los investigadores cogen como base la Ley del Ruido del año 2003 y varias directivas europeas que señalan que el límite máximo al que deberían estar sometidos los vecinos que viven cerca de la N-332 es de 65 dB por el día y 55 por la noche.

Sin embargo, el estudio revela que por la mañana (de 7 a 19 horas), la carretera que parte en dos el casco urbano de Oliva emite entre 74,5 y 73,6 decibelios, dependiendo de los tramos. Es decir, que supera en entre 7,6 dB y 9,5 dB el límite permitido por la ley.

Por las tardes (de 19 a 23 horas), la situación no mejora. En este caso se emiten entre 72 y 74,5 decibelios, por lo que tampoco cumplen la normativa, y por la noche (de 23 a 7 horas), donde el límite marcado por la legislación baja hasta los 55 dB, el nivel de ruido en la N-332 a su paso por Oliva se sitúa entre los 65,5 y los 66,8, incumpliendo, por tanto, todas las leyes que regulan la calidad acústica de las zonas residenciales.

Para llevar a cabo las mediciones, el equipo que ha elaborado el estudio dividió la carretera en cuatro tramos. El primero era la entrada norte a la ciudad, la zona en la que se encuentra el cuartel de la Guardia Civil, el segundo y el tercero son la parte intermedia del recorrido, que recoge el tráfico del casco urbano, mientras que el cuarto era el acceso sur a la ciudad, la carretera de Pego.

La circunvalación, necesaria

Como conclusión, los investigadores son claros al apuntar «la necesidad de ejecutar una circunvalación en el municipio de Oliva para poder desviar el tráfico y, en consecuencia, disminuir los niveles de presión sonora y adecuarlos a las exigencias de la legislación estatal».

Ante esta infraestructura, desde el Campus plantean dos escenarios posibles. Un primero en el que se redujera al 50 % la densidad de tráfico que utiliza esta vía, siempre suponiendo que la mitad de los vehículos tanto ligeros como pesados utilizaran la circunvalación. Esta solución, según el estudio, tampoco lograría reducir la presión acústica en la ciudad.

Desde la UPV proponen una reducción del 75 % del tráfico de vehículos ligeros por la N-332 y la prohibición de que los pesados (camiones) utilicen esta vía que cruza la ciudad de Oliva. En este caso, el nivel sonoro sí que se situaría alrededor de los 64 dB, por lo que, en ese caso, sí que cumpliría los criterios legales.

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