La mayoría de los nuevos alcaldes están inmersos en una vorágine de medidas llamativas que quieren trasladar a la población para demostrar que están dispuestos a apretarse el cinturón y aplicar una política de austeridad económica.
La de Gandia, Diana Morant, se sumó ayer al de Valencia, entre muchos otros, y anunció la subasta del coche oficial, un Volvo que han usado los últimos alcaldes de la ciudad, José Manuel Orengo en la anterior legislatura y Arturo Torró en la que acaba de terminar.
A partir de ahora tanto ella como cualquier otro miembro de la Corporación que requiera desplazarse en coche usará un viejo vehículo adscrito a la Policía Local que no participa en actuaciones de emergencia.
En paralelo a esta decisión, el nuevo Gobierno local también anunció que tan pronto como sea posible anulará el contrato del chófer del alcalde, al que Torró fichó cuando llegó a la alcaldía y que percibía un sueldo fijo que llegó a ser motivo de polémica.
Mientras el PSPV aseguró que percibía alrededor de 3.000 euros al mes de la empresa pública IPG, el PP respondió que eran 1.350 euros. El nuevo Gobierno ha asegurado que, cuando tenga acceso a la documentación, revelará el coste de ese contrato. Como curiosidad, desde que Torró dejó la alcaldía, el chófer, Vicente Anaya, ha seguido acompañando al anterior mandatario, pero ya sin el coche oficial.
Desde ahora, un agente de la Policía Local de segunda actividad hará las funciones de chófer oficial, pero solo cuando sea necesario. El resto del tiempo lo empleará en su actividad normal.
«Soy una persona sencilla que no necesita utilizar coches de alta gama y con las ventanillas tintadas de negro que se hizo colocar Arturo Torró para desplazarse por Gandia», dijo. «Yo lo haré a pie, con mi coche o con un vehículo de la Policia Local cuando sea necesario», dijo ayer la socialista Diana Morant, quien añadió que el sueldo del chófer será otro ahorro económico para las arcas municipales.
