El modelo de la red de ciudades que toman medidas que permitan la cohesión social y el impulso de la economía no es exclusivo de las llamadas Comarcas Centrales Valencianas, sino que debería exportarse al conjunto de la Comunitat Valenciana. Así lo defiende Néstor Novell, economista, profesor de Comercio Internacional y, entre 2007 y 2011, director de Políticas de Prosperidad del Ayuntamiento de Gandia.
Novell, que también está entre quienes impulsaron los estudios que desembocaron en el Consorcio de las Comarcas Centrales, señala que entre las áreas económicas de Valencia Alicante «es fundamental vertebrar áreas funcionales» que deben distribuirse en regiones económicas. «Yo pido a la Generalitat que vacíe de contenido a las diputaciones y empiece a activar siete u ocho espacios de cohesión territorial en el País Valenciano porque, de lo contrario, se va al traste», indica.
A la pregunta de si cree que ahora el nuevo Consell presidido por Ximo Puig apostará por este modelo, Novell es escéptico. En su opinión, «falta mucha cultura» sobre la necesidad de impulsar esas «áreas funcionales».
«Pensando en lo inmediato hemos perdido la tercera revolución, la digital, pero ahora lo prioritario es que no perdamos la cuarta, que es la de los servicios a las empresas» añade. Según señala el economista gandiense, «hay que potenciar la creación de cadenas de valor y de gestión común», como se ha hecho en la cultura del vino de Fontanars dels Alforins o para la producción de aceite de calidad en Muro.
Novell también coincide en que se han perdido muchos años sin adoptar medidas y fomentar infraestructuras que habrían amortiguado los efectos de una crisis económica que en muchas comarcas ha sido catastrófica para la industria. «En realidad», apunta, «ha ocurrido lo que la OCDE pronosticó: por culpa de la división provincial nos hemos quedado en tierra de nadie y eso ha fomentado la desertificación económica».
