Maquinaria pesada, polvo, obras, un espacio vallado y un edificio a medio hacer. Eso es lo que se van a encontrar los turistas que elijan la playa de Gandia para pasar sus vacaciones cuando paseen por la plaza Baladre.
El pasado mes de noviembre, OHL iniciaba las obras del futuro auditorio semisoterrado de la playa proyectado por el anterior gobierno del PP. Los trabajos debían estar listos para este mes de julio, pero eso no ocurrirá. La empresa que estaba llevando a cabo las obras las ha paralizado porque la Generalitat Valenciana no le ha pagado nada del millón de euros que costaba y que debía sufragarse con el Plan Confianza.
El asunto lo revelaron ayer José Manuel Prieto, concejal del PSPV, y Lorena Milvaques, de Més Gandia, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.
En concreto, los dos portavoces del nuevo ejecutivo local señalaron que el Consell autonómico no ha sufragado las cinco primeras certificaciones de obra y ese es el motivo que ha llevado a la empresa a dejar de trabajar.
«Hemos hablado con la mercantil y le hemos pedido que no detenga las obras pero finalmente no ha sido posible», afirmó Prieto, quien remarcó que «esta no es una competencia municipal».
El auditorio, cuyas obras se iniciaron el pasado mes de noviembre tras varios retrasos, tiene prevista una capacidad para unas mil personas para poder celebrar en él actos muy concurridos, como congresos, actividades de ocio, formativas o culturales. El espacio central puede dividirse en tres salas, dependiendo de las necesidades. Es una de las muchas obras que Torró inició en el tramo final de la pasada legislatura.
La cubierta, pisable y ajardinada, se integrará en el entorno, que se adecuará como se hizo con el parque Clot de la Mota, también de la playa, con más sombras y un manto verde.
El trinquete sigue parado
El auditorio de la plaza Baladre está siguiendo la misma suerte que el trinquete que se está construyendo junto a los campos de fútbol de Roís de Corella, en el límite entre Gandia y Benirredrà, y que es otra de las polémicas obras llevadas a cabo por el PP en los últimos cuatro años en la ciudad.
Esta instalación, que sufraga íntegramente la Diputación de Valencia, lleva muchos meses en obras, pero, como reveló este periódico, está detenida desde hace varias semanas.
En este caso se supone que no es una cuestión de falta de dinero, puesto que la entidad provincial aprobó 500.000 euros para reanudar los trabajos. El anterior concejal de Hacienda, Guillermo Barber, del PP, explicó, además, que la empresa que lo está construyendo estaba atendiendo otras obras «más prioritarias».
