Tan grave es la situación económica en el Ayuntamiento de Gandia que hasta el cementerio podría acabar en manos privadas. El objetivo principal es evitar problemas como el que se ha encontrado ahora el gobierno local del PSPV y Més Gandia, obligado a reutilizar nichos por la falta de espacio y, sobre todo, ante la dificultad para acometer una reforma integral del mismo por culpa del agujero que sufren las arcas municipales.

Conscientes de que el asunto puede llegar a ser incluso polémico, por lo que implica una instalación como del cementerio a nivel sentimental, desde el Ejecutivo pretenden dar los pasos con sumo cuidado y estudiar bien todas las posibilidades que se les pongan encima de la mesa antes de tomar una decisión.

Para ello, se ha creado una comisión de estudio de forma urgente que, entre otros asuntos, se plantea la externalización de la gestión del cementerio, una política que va en contra de lo que predicaban los partidos de izquierdas que ahora gobiernan cuando eran oposición y que se han visto desbordados por la realidad.

Esta salida pasaría por que la gestión del camposanto se adjudicara a una empresa privada a cambio de un canon anual. Esta mercantil podría encargarse de acometer una necesaria reforma en el cementerio. De momento, en tanto se encuentra en fase de estudio, no han trascendido más detalles de cómo se llevaría a cabo la privatización, si es que esta al final fuera la salida escogida.

De ese modo, los vecinos de la ciudad, en vez de pagar por el enterramiento de sus familiares al ayuntamiento, como ocurre ahora, lo haría a la empresa que se quedara con la gestión del servicio. Lógicamente, para el consistorio el beneficio sería doble. Por una parte supondría aligerar el gasto en infraestructuras y por otro ingresaría un dinero anual a través el canon que pagaría la mercantil.

En todo caso, según ha podido saber este periódico, se trata, de momento, de una de las opciones que se pondrán sobre la mesa por parte de la comisión. Se estudiarán otras, como seguir la con gestión pública pero buscar una solución lo más barata posible e incluso apostar por un modelo mixto, con la implicación de alguna empresa privada que compartiera la gestión con el consistorio.

Desde el actual Ejecutivo de izquierdas reconocen que el del cementerio es un problema que necesita una solución «de cierta urgencia» porque sería casi dramático que llegara el momento en el que la ciudad se quede sin espacio para el descanso eterno de sus vecinos.