En julio de 2012, un grupo de aficionados a la aventura de diferentes lugares de España iniciaron el proyecto «17 picos, 17 simas», con un propósito: subir a las montañas más altas y bajar a las cuevas más profundas que hay en cada una de las 17 comunidades autónomas. En ese equipo están enrolados cinco valencianos; Bernat Escrivà, Daniel Llorach, Domingo Blanch, Lluís Almela y Fernando Piera, este último de Tavernes de la Valldigna.
Nando, como le conocen sus amigos, tiene 29 años, y ha participado en casi todas las expediciones. Es arquitecto técnico, pero profesionalmente se dedica a la espeleología, el montañismo y la multiaventura a través de su empresa Natura Vertical. Además, forma parte del Club Espeleo de la UPV y del Centre Excursionista de Tavernes de la Valldigna.
La siguiente etapa de este «tour» ya en su recta final se desarrolla entre este agosto y septiembre en Asturias. Coordinados por el geólogo Raúl Pérez, un equipo de 28 hombres participará, en diferentes fases, en el descenso a la sima del Cerro del Cuevón, el agujero más profundo de España y el séptimo del mundo. Es una peligrosa cavidad de 1.589 metros situada en Cabrales, en pleno corazón de los Picos de Europa, y en la que no entraba nadie desde hacía diez años.
Para ello hay que instalar tres campamentos base en su interior. Piera y Escrivà participaron en la primera etapa, el primer fin de semana de agosto, dirigida por un sargento de Bomberos de Toledo, Carlos Flores. Estos espeleólogos dejaron instalado uno de los campamentos a unos 200 metros de profundidad. También revisaron anclajes y pusieron guías para facilitar la labor a los compañeros que llegarán después.
«Es complicado, porque la boca de la cueva está a 2.020 metros de altitud, hay que transportar cuerdas y equipos, y una vez dentro hay riesgo de hipotermia», relata Piera. El esfuerzo en bajar es similar al de la alta montaña. No tienen cobertura de teléfono y a esas latitudes cualquier rescate se convertiría también en una proeza para los servicios de emergencia. En la bajada no llevan grandes cantidades de agua y confían en las botellas que pueden llenar de las cascadas interiores.
A mediados de septiembre, otro grupo, donde también volverá a estar Piera, culminará el descenso hasta los casi 1.600 metros. Para completarlo serán necesarios tres días dentro de la cavidad.
Los picos y simas del proyecto escogidos son los siguientes: Mulhacén (3.479 m) y Gesm (-1.112 m) en Andalucía; Aneto (3.404 m) y Arañonera (-1.349 m) en Aragón; Torrecerredo (2.650 m) y Torca del Cerro Cuevón (-1.589 m) en Asturias; Puig de Massanella (1.364 m) y Cova Sa Campana (-317 m) en Baleares; Teide (3.718 m) y Cueva del Viento (-470 m) en Canarias; Peña Vieja (2.617 m) y Torca de Jou Sin Tierre (-1.200 m) en Cantabria; Peña Lobo (2.274 m) y la Sima SC 16 (-281 m) en Castilla-La Mancha; Torre Llambrión (2.642 m) y La Cornisa (-1.507 m) en Castilla y León; Pic d'Estats (3.115 m) y el Sistema Bargadera (-571 m) en Cataluña; Pico Calderón (1.836 m) y Avenc Pilar (-235 m) en la Comunitat Valenciana; Torreón (2.400 m) y Cueva Castañar de Ibor (-31 m) en Extremadura; Peña Trevinca (2.127 m) y Sima Aradelas (-142 m) en Galicia; Pico San Lorenzo (2.271 m) y Sima del Maestro (-134 m) en La Rioja; Peñalara (2.428 m) y Cueva del Reguerillo (-78 m) en Madrid; Mesa de los Tres Reyes (2.444 m) y Piedra San Martín (-1.420 m) en Navarra; Aitxurri (1.551 m) y Sistema Atyurriaga (-527 m) en el País Vasco; y Pico Revolcadores (2.014 m) y Sima Benís (-319 m) en Murcia.
Los relatos y las fotografías de cada una de estas expediciones están colgados en su «blog» de internet. Sólo falta rematar esta aventura con los descensos a la Piedra de San Martín (previsto para este octubre) y a la sima de Bargadera, este noviembre. Después se editará un libro-guía.
Y lo hacen corriendo con todos los gastos, ya que de momento no han logrado ningún patrocinio importante, ni privado ni institucional. «El año pasado la Mancomunitat de la Valldigna nos dio 300 euros para material, pero este ya no», se lamenta Piera.
