El Servicio de Atención Ciudadana (SAC), o lo que es lo mismo, los serenos que cada noche patrullaban las calles de los distritos de Gandia, dejarán de llevar a cabo esta labor el próximo domingo, 16 de agosto.

Así lo anunció ayer el Gobierno local del PSPV y Més Gandia a través de un comunicado y después de que fuera un concejal del PP, Guillermo Barber, quien confirmara en rueda de prensa lo que había sido un rumor durante las últimas semanas.

La decisión está basada en varios aspectos. Por una parte, desde el departamento de Seguridad Ciudadana consideran que la función que llevaban a cabo los trabajadores de este servicio «duplicaba las funciones de la Policía Local». La concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, señaló ayer que «era un servicio que se había pervertido» por parte del anterior Gobierno municipal del PP.

Según explicó, su labor era «social», en tanto que nació para ofrecer información y atención a los vecinos. Sin embargo, se había concebido como un servicio más de seguridad ciudadana, una labor que le corresponde a los agentes de la Policía Local.

El otro motivo que ha llevado al ejecutivo a cerrar el servicio es que los trabajadores del mismo habían sido contratados a través del Plan de Empleo. Fue la propia Generalitat Valenciana, cuando aún estaba gobernada por el PP, la que informó a Gandia que ese programa de fomento de la ocupación era «ilegal» porque el ayuntamiento no podía contratar directamente, como estaba ocurriendo. El ayuntamiento ha anulado ese plan de empleo, lo que afecta también a los trabajadores del SAC.

La brigada de serenos la puso en marcha el anterior Gobierno local del PP en enero de este mismo año. Estaban repartidos por todos los barrios de la ciudad y en cada zona se habilitó un teléfono de contacto diferenciado.

En principio, su función no tenía nada que ver con la policial, de hecho, no eran agentes. Estaban destinados a apoyar al ciudadano si necesitaban llamar al médico, atender problemas por molestias vecinales, ruidos en la vía pública, alertas de incendios o si alguien necesitaba acompañamiento.

Esas funciones volverán a recaer en los agentes de proximidad de la Policía Local. Los vehículos eléctricos pasarán a formar parte de la flota policial.

El ayuntamiento ahora estudiará la necesidad de poner en marcha un servicio de atención para ayudar a los vecinos «pero que no entre en duplicidad con la Policía Local», sentenciaron.