El Ayuntamiento de Gandia dijo ayer que «no hará política» de los asuntos religiosos y subrayó, como ya publicó este periódico el pasado sábado, que los ediles del Gobierno local tienen «autonomía» para decidir su participación o no en estos actos, al tiempo que pide respeto a la libertad religiosa y a la independencia de los colectivos y comisiones de las fiestas.
Así lo indicó en un comunicado tras las declaraciones del concejal de Gestión Responsable del Territorio, Xavier Ródenas, de Més Gandia, quien anunció que el nuevo equipo de gobierno, formado con el PSPV, quiere abrir un proceso de diálogo para separar los actos religiosos de la acción del ejecutivo en fiestas como las Fallas o la Semana Santa. Desde el consistorio indicaron que Ródenas es «un concejal independiente» y que aún no se ha abierto ese proceso por parte del consistorio. Desde el Ejecutivo lamentaron que el PP «siga haciendo uso de los símbolos religiosos para crear polémica, dividir y sacar rédito político».
Y es que, desde el PP, denunciaron que el nuevo gobierno de izquierdas de la ciudad «es especialista en crear problemas donde no los hay». El portavoz de esta formación, Victor Soler, dijo que que la principal función de un responsable político es la de «tender puentes» y no «buscar confrontación intentando imponer creencias personales al conjunto de la población». Así, dijo, el gobierno de Gandia ya ha fijado las Fallas y la Semana Santa como los «próximos colectivos que verán recortada la implicación municipal».
