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Cuatro décadas rodando por el mundo para mantener viva la cultura valenciana

El grupo de «balls populars» vallero ha visitado países como Dinamarca, Bélgica, Italia o Francia y ha actuado incluso en Televisión Española

Cuatro décadas rodando por el mundo para mantener viva la cultura valenciana

Junio de 1975, hace ya 40 años, un grupo de jóvenes vecinos de Tavernes de la Valldigna, inquietos por la música y las tradiciones valencianas, decidieron fundar un grupo de bailes regionales al que bautizaron como «Grup de Balls Populars La Vall de Tavernes». Antes, ya se había intentado crear esta formaciones en varias ocasiones, en este caso de la mano de Paco Galera, que, recogiendo las inquietudes de sus familiares, creía firmemente en que Tavernes debía tener un grupo de baile que fuera recuperando la tradición musical de esta ciudad.

En un local de la plaza Major, el «bar del Beneït» de la capital vallera, comenzaron los primeros ensayos, ya que este grupo nació con la colaboración de la banda de música de Tavernes, que puso su empeño y músicos para que este grupo saliera adelante y se consolidara.

Comenzaron las primeras actuaciones de este grupo, la primera de ellas en la ya desaparecida «pista del Nano», también en la ciudad y luego a nivel nacional e internacional. Esos primeros pasos y acordes fueron tomando forma y, rápidamente, este joven grupo folklórico se convirtió en un referente y espejo de otras formaciones que nacerían posteriormente tomando como modelo la manera de trabajar de estos «ballaors», músicos y gente que los apoyaba tanto en la dirección artística como en la logística para que cada actuación se convirtiera en un éxito.

Su primer director fue Paco Galera, hoy ya fallecido. El grupo fue recuperando canciones y temas populares para que no cayeran en el olvido. Temas como la «Jota Vallera», «Ball de Comptes per la de l'ú», «Ball dels panderos» o «Dansa del Vetlatori» son temas que forman parte de la memoria popular y que gracias el tesón de estos jóvenes, apoyados por los asociados, nunca dejarán de sonar.

El grupo fue adquiriendo la madurez. En el seno del mismo se fraguaron muchas parejas, no solo de baile, que ahora, junto a sus hijos, reviven sus primeros años encima del escenario.

Del primer local pasaron a la antigua estación de tren, actualmente la Casa de la Cultura, donde permanecieron hasta 1994. Todas las semanas había ensayo y, acudir a estas veladas, suponía reencontrarse con la historia cantada de nuestra ciudad.

La actividad fue creciendo y raro era el año que este grupo no visitaba algún país extranjero como Dinamarca, Francia, Italia o Bélgica, representando a Tavernes de Valldigna.

Fue tal el éxito que alcanzó este grupo que incluso participaron en dos ocasiones en el programa «Gente Jóven», de Televisión Española, con el consiguiente revuelo que esto supuso para los valleros.

Nueva generación de «ballaors»

Con el paso de los años, los fundadores dejaron paso a nuevas generaciones y estas a las actuales que dirigen el grupo de balls. En cuanto a la producción musical, este grupo cuenta con tres recopilaciones. Su primera edición, en casette, fue en 1979 y la titularon «Canta i Balla». En 1987 publicaron su segundo trabajo, también en este formato, «La Valldigna Canta a Europa». En 1999 editaron «La Valldigna canta i balla». La última producción musical fue en 2011 y tiene como título, «Rondalla La Vall de Tavernes».

Uno de los principales objetivos, como señala la actual presidenta, Susana Gómez es «trasladar el amor por esta manera de entender la recuperación de nuestra cultura tanto a las futuras generaciones como a la ciudad entera». Muestra de este objetivo es las «dansades populars» que se celebran cada año en el municipio y que congregan a centenares de «ballaors» llegados de toda la comunitat Valenciana, o la recuperación de bailes que se van recopilando a través de investigaciones.

Todas estas condiciones y, sobre todo el amor por la cultura popular hacen que este grupo se reinvente 40 años después para seguir dando la nota y cantar, con todo su esplendor, la tradición de nuestra tierra en modo de un Bolero o una «jota creuada».

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