Que el cierre del viejo hospital Francesc de Borja de Gandia iba a suponer un importante mazazo para el comercio de la zona era algo que se sospechaba y que, cuatro meses después de que el centro sanitario se trasladara al flamante edificio de Sanxo Llop, ya con cifras en la mano, esa situación se confirma.
Según los datos que manejan desde la asociación de comerciantes de la zona, en ese tiempo se han visto obligados a echar el cierre el 30 % de los negocios, al no poder soportar la nueva situación.
Estas cifras demuestran el importante peso que tenía el hospital para la economía de la zona y, sobre todo, la necesidad de que ese mismo edificio sea reconvertido para ofrecer un servicio que genere una actividad igual o parecida a la que solo hace unos meses se vivía en esta zona de la ciudad.
Según explicó a Levante-EMV Jesús Soler, tesorero de la asociación de comerciantes de Roís de Corella, solo en la calle Sant Pere, ubicada en el entorno del parque del mismo nombre, queda un único establecimiento de la decena que había en esa vía.
La entidad considera que la situación podría ser más dramática en un futuro. «Estoy seguro que hay muchos negocios que cerraron en agosto por vacaciones, pero que ya no abrirán el mes de septiembre», señaló Soler.
«Esto no se puede aguantar», indicó Soler, recogiendo, dijo, el sentir de la gran mayoría de los comerciantes de la zona de los alrededores del hospital.
El 50 % menos en ventas
Otro dato que desde la asociación consideran «dramático» es que en lo que va desde abril, mes en el que se llevó a cabo el traslado, hasta agosto, la facturación de los comercios de Roís de Corella ha decrecido en un 50 %, según los datos que ofreció la asociación.
En 2014 y solo por el servicio de consultas externas, pasaron más de 250.000 personas. Si se suman las atenciones de urgencias, casi 70.000, supone un importante trajín diario de personas que desde que en abril cerró el centro han abandonado el barrio de Roís de Corella.
Como ya publicó este periódico en su día, el PSOE adquirió el compromiso de invertir 10 millones de euros de la Generalitat para convertir el edificio en un hospital de crónicos. En una rueda de prensa durante los primeros días en el Ejecutivo de Gandia, Liduvina Gil, presidenta de la Junta de Distrito de Roís de Corella, se mostró confiada en que esa infraestructura pueda estar en funcionamiento en el año 2018. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su primera visita a Gandia lo condicionó al cambio en el modelo de financiación autonómica.
