El Ayuntamiento de Bellreguard, como acaba de anunciar el de Valencia, va a estimular la compra de coches eléctricos e híbridos mediante una reducción del impuesto municipal del 50 %, según anunció ayer el Gobierno local tras haberlo aprobado en pleno con el voto favorable de todos los partidos políticos.
Así, a partir del año próximo los propietarios de los vehículos eléctricos, que no contaminan, o los híbridos, cuya tasa de emisión de gases es mucho menor que los normales, se ahorrarán la mitad del impuesto. Para un turismo de gama media en Bellreguard se pagan entre 80 y 100 euros, y será la mitad para los nuevos modelos que usan electricidad.
El alcalde, Joan Marco, señala que la medida está destinada «a estimular el abandono de los combustibles fósiles y contaminantes», y añadió, en declaraciones a este periódico, que esa era una propuesta que su partido, el PSPV, llevaba en el programa electoral. En la misma línea, el ayuntamiento tratará de impulsar la apertura en Bellreguard de algún punto de recarga para las baterías de coches y motos eléctricas, algo que Marco condicionó a la disponibilidad presupuestaria.
En Bellreguard apenas existen tres o cuatro coches eléctricos, un vehículo que sigue siendo muy minoritario en el conjunto del país. No ocurre igual con los ciclomotores que funcionan a batería, que, si bien lentamente, ya empiezan a ser habituales en áreas metropolitanas y en ciudades como Gandia al haber sido adquiridas por empresas para el reparto de objetos o de comida.
El acuerdo adoptado en Bellreguard va en la misma línea que el anunciado por el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y también en el impulso que el Consell de la Generalitat quiere dar a las energías renovables y a la implantación progresiva de medios de locomoción ecológicos.
En el mismo pleno también se aprobó compensar la revisión catastral de las viviendas de Bellreguard reduciendo el impuesto del IBI. Así, se amortiguará la subida prevista para el año próximo a todos los bienes inmuebles de esta localidad. Según datos municipales, una casa que ahora pagaba 300 euros pasará a abonar 307 el próximo año, pero habría sido mucho más sin la reducción aprobada por el consistorio.
En cuanto al impuesto por la ocupación de la vía pública para que los bares y restaurantes pongan mesas, el ayuntamiento aprobó modificar el sistema de pago. Ahora ya no se cuantificará el impuesto por el número de mesas, sino por los metros cuadrados ocupados de vía pública.
