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50 años de afición ferroviaria

Enrique Azara expone en la Casa de la Cultura de Gandia su muestra de trenes y maquetas en miniatura

50 años de afición ferroviaria

Era el regalo estrella que los niños pedían a los Reyes Magos y, aunque todavía se venden, los trenes de juguete han pasado ya a ser pieza de museo y tesoro de nostálgicos, desbancados por los videojuegos y otros aparatos en la era de la tecnología. Pero algunos, niños y mayores, siguen apasionándose por el mundo ferroviario. Como el gandiense Enrique Azara (65 años), uno de los mayores coleccionistas de trenes en miniatura, con más de 3.000 piezas en su poder que ha ido acumulando en los últimos 50 años.

«A mis seis nietos les he inculcado el amor por los trenes, y les gustan mucho, porque esta una afición donde no se trata sólo de activar el mecanismo y veros rodar, sino que es toda una cultura, se aprende mucha Historia y Geografía, y además es para todas las edades», apunta. Hoy Enrique atesora una colección de miles de piezas, con centenares de máquinas y vagones, kilómetros de vías de tren y maquetas espectaculares, como la que tiene dedicada a la línea de tren Alcoi-Gandia.

Una parte de esta colección se muestra estos días en la Casa de la Cultura, en una exposición organizada por el Ayuntamiento de Gandia y que será también la que esté abierta durante la Fira i Festes. Con ello, el Departamento de Cultura vuelve a apostar por exposiciones llamativas y populares para los días próximos festivos, como el año pasado, cuando organizó la dedicada a la pirotécnica Borredà, o la de 2013 que sirvió como homenaje a los feriantes.

A Enrique, empleado de banca jubilado, ya le gustaban los trenes con siete años. Pero fue con 15 años, en 1965, cuando adquirió su primera máquina de vapor en Altarriba, una tienda de Valencia que su amigo Vicente Micó le recomendó, situada en la calle del Mar. Compró una reproducción de la 3008, junto con dos vagones de mercancías, otros dos de pasajeros, 12 vías curvas, 12 rectas, una vía de contacto escala HO y un transformador. Sin saberlo, Enrique había dado un paso que le marcaría para toda su vida.

En concreto, este coleccionista contabiliza hoy 48 máquinas de vapor, 52 de tipo diésel, 40 eléctricas, así como 60 coches de pasajeros, y 80 de mercancías, además de decenas de metros de vías y vagones. Todo ello a diferentes escalas, desde la LGB (se expone un convoy de este tipo en la Casa de la Cultura, pensado para que ruede a la intemperie) hasta la NNN, con uno certificado como «el tren más pequeño del mundo», un circuito que no llega a los dos palmos con un mecanismo milimétrico y que funciona perfectamente.

Junto a estos trenes, Enrique también ha ido aumentando sus colecciones de coches, camiones y barcos hasta completar una inmensa recopilación de medios de transporte del siglo XX y XXI que también se puede ver en la sala. La muestra se inauguró ayer y se podrá ver hasta el 18 de octubre. El horario es de lunes a sábado, y los días de Fira de 10.30 h a 14 horas, y de 18 h a 20.30 horas.

Pero la pasión ferroviaria de Enrique también le lleva a involucrarse en la Associació Tren Alcoi-Gandia. Entre otras actividades, esta entidad colabora con el Ayuntamiento de Almoines con el Parc del Trenet, el parque temático que recrea la antigua vía de ferrocarril entre Alcoi y el Puerto de Gandia a pequeña escala. Todos los domingos conduce una de las locomotoras que pasean a los visitantes por el recorrido. También hace de guía en el museo anexo, ubicado en la antigua estación, incluso cuando hay visitas escolares. Y los niños, encantados.

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