Por si había dudas de los graves daños causados por las inundaciones que tuvieron lugar en la comarca de la Safor durante los días 3 y 4 de septiembre pasado, ahora ya puede afirmarse que aquella situación meteorológica generó pérdidas a cientos de personas por valor de millones de euros.
Según acaba de anunciar el Consorcio de Compensación de seguros (CCS) solo en la ciudad de Gandia asumirá daños por valor de 1.323.327 euros generados a partir de 303 solicitudes de indemnización. Esa cifra supone la mitad del total cuantificado en el conjunto de la Comunitat Valenciana.
La mayor parte de los daños se produjeron, como ya informó Levante-EMV en aquella jornada, en la playa de Gandia, donde la acumulación de agua llegó a superar el medio metro en algunas vías y más de un metro en establecimientos comerciales y en cocheras que están por debajo del nivel de la calle. A pesar de que los propietarios de muchos de esos establecimientos están preparados y disponen de bombas para achicar agua, la tromba de lluvia fue tan intensa que resultó imposible sacar todo el líquido.
De los daños que los seguros asumirán figuran 121 viviendas o edificios residenciales, 97 vehículos que quedaron total o parcialmente sumergidos por el agua, 80 comercios y almacenes, cuatro locales de oficinas y una industria, todo ello en Gandia.
Según ha señalado el CCS, el plazo para solicitar las peticiones de compensaciones para los bienes asegurados es flexible y, por lo tanto, aún puede llevarse a cabo. Eso resulta especialmente beneficioso para aquellas viviendas cuyos propietarios viven en otras ciudades y que en estos momentos ni siquiera conocen que han sido perjudicados por aquella torrencial tromba de lluvia.
Entre el 3 y el 4 de septiembre la lluvia caída entre la playa de Gandia y Tavernes de la Valldigna dejó cantidades acumuladas que superaron los doscientos litros por metro cuadrado. Fueron las precipitaciones más intensas en más de dos años.
Si bien los daños fueron cuantiosos en Gandia, también se produjeron situaciones así en la playa de Xeraco. Lo positivo fue que tan cantidad de agua llenó acuíferos y permitió recuperar el nivel de los marjales, muy castigados por la sequía.
