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Gandia pide más espacios en el puerto para uso social, turístico y recreativo

La alcaldesa y el presidente de la Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez, abordan el «asalto» a la dársena sur, hasta ahora reservada a usos comerciales - El gobierno local quiere la cesión de más tinglados para espacios culturales o de divulgación

La hilera de tinglados del muelle sur del puerto de Gandia que el ayuntamiento quiere que se destinen a usos sociales. ximo ferri

El nuevo Gobierno de Gandia surgido de las últimas elecciones no se contenta con disponer del muelle norte del puerto para usos turísticos y recreativos, como marca el actual Plan de Usos de la superficie portuaria, sino que quiere dar el salto al muelle sur, donde amarran las barcas de pesca y se encuentra hilera de tinglados que dibujan una de las imágenes más bellas de la dársena.

La alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, en su primer encuentro con el recién elegido presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, le ha pedido que ceda al municipio varios de esos tinglados, parte de los cuales están infrautilizados y casi siempre permanecen cerrados.

Dice la alcaldesa que la idea es reconvertir esos grandes almacenes portuarios en contenedores de espacios culturales, de investigación y de participación, lo que supondría también recuperar una parte del muelle sur para los vecinos del Grau y para los turistas.

De los quince tinglados del puerto, cinco, los más próximos al muelle pesquero, ya fueron cedidos en su día al ayuntamiento. Dos están siendo usados por la Cofradía de Pescadores, y en los otros se llevan a cabo actividades e investigaciones científicas dirigidas por la Universitat Politècnica de València y el Instituto Español de Oceanografía, que crearon hace cinco años una la Unidad de Tecnología para Estudios Marinos.

Con el nivel de endeudamiento que arrastra el Ayuntamiento de Gandia y la evidente imposibilidad de que en los próximos años se puedan afrontar proyectos que requieran grandes inversiones, el Gobierno local tantea la posibilidad de que alguna empresa privada pueda interesarse por «llenar» esos tinglados. Como idea se apuntan los centros de divulgación cultural o científica que algunos bancos tienen en ciudades importantes, como los Caixafórum de Barcelona o de Madrid.

Según señala Diana Morant, esa idea no es descabellada y en su primera reunión con Aurelio Martínez el presidente de la Autoridad Portuaria se comprometió a estudiarla porque es evidente que gran parte de los diez tinglados que no están cedidos al ayuntamiento ni tienen utilidad para la actividad portuaria ni se prevé que así sea durante los próximos años. En todo caso, el Puerto se podría reservar algunas de esas emblemáticas naves, las más alejadas del muelle pesquero y próximos al del Sur y el del Serpis, para sus propias necesidades.

Más de cien años de historia

Los tinglados del puerto de Gandia fueron construidos en la primera década del siglo XX para preservar las frutas y verduras que se exportaban. Pese a los muchos daños sufridos durante los bombardeos de la guerra civil, se restauraron a partir de 1940 y se añadió una torre con reloj que se conserva. Más que para almacenes, su valor histórico, y sobre todo la imagen que dibujan sobre la dársena, los ha convertido en un atractivo que ahora el ayuntamiento quiere aprovechar.

Precisamente esta semana la Autoridad Portuaria ha anunciado obras de mejora en los cinco primeros tinglados para sustituir la antigua cubierta de uralita.

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