Diana Morant dijo ayer, respondiendo a los empresarios de hostelería que se quejan de un cierto «acoso» por el cumplimiento de los horarios de cierre de establecimientos y por la ocupación de terrazas en la vía pública, que está dispuesta a hablar con ellos para garantizar que puedan seguir trabajando, pero no dudó en añadir que lo hecho este verano, aplicando estrictamente la ley «es lo que debería haberse llevado a cabo siempre».

Aun así, Morant abrió una vía a prolongar la apertura de locales mediante la modificación de la ordenanza municipal que regula esta actividad. «Lo haremos con la voluntad de garantizar la convivencia, que es la máxima de este nuevo gobierno, buscando el consenso entre los vecinos y los comerciantes y hosteleros de la zona. Como hemos dicho siempre, queremos un modelo turístico marcado por un principio: la convivencia entre aquellos que vienen a nuestra playa a descansar y aquellos que vienen a divertirse. Convivencia entre los empresarios que trabajan de sol a sol para sacar adelante sus negocios, y los vecinos que quieren que se garantice el cumplimiento de la ordenanza», concluyó Morant.