Cinco horas de debate y propuestas cruzadas entre unos partidos políticos y otros, y especialmente entre el Gobierno local y el PP, propiciaron ayer que Gandia celebre la fiesta institucional del 9 d'Octubre de forma unitaria por primera vez en muchos años.

Después de los durísimos enfrentamientos que generó el modelo que aplicó el PP durante la pasada legislatura, con la ausencia total de concejales de la oposición, los cuatro partidos políticos de la nueva corporación han cedido en sus postulados sobre cómo conciben el valencianismo para unirse en un «programa de mínimos» que permita devolver la paz política al Día de la Comunitat Valenciana.

El acuerdo consiste en eliminar la «baixada de la senyera» desde el balcón del ayuntamiento, que el PP copió del acto que se celebra en Valencia, para celebrar, a propuesta de este partido, un «acompañamiento» de la bandera valenciana desde la plaza Major hasta la del Rei Jaume I, donde se concentrarán los actos. Ese paseo de «acompañamiento» de la senyera será voluntario.

Una vez la «senyera» sea situada ante monolito que recuerda la figura del «conqueridor», actuará la «muixeranga» Fem Pinya de Gandia, que montará una torre humana, habrá una «dansà» a cargo del grupo Roís de Corella y la banda de música Sant Francesc de Borja interpretará el himno regional. Aquí había un punto de fricción porque el PP exigió que el himno, además de la música, incluyera la interpretación de la letra, pero al final serán los asistentes quienes pongan la voz a los sones del maestro Serrano.

En ese acto ya no habrá lectura de un manifiesto sobre el 9 d'Octubre, que habría sido casi imposible de consensuar habida cuenta las diferencias políticas entre unos y otros. Por eso se ha optado por remontarse al origen de la fiesta. Así, probablemente sea el escritor Ignasi Mora, recientemente nombrado hijo predilecto de Gandia, quien se encargue de leer un fragmento del «Llibre del Fets», que constituye una especie de crónica de la conquista cristiana del Reino de Valencia dictada por el propio Jaume I a sus escribanos.

Para dar un sentido «local» a esa lectura, el fragmento escogido será la negociación que el Conquistador llevó a cabo con los jefes moros del Castell de Bairén para que se rindiesen, algo que ocurrió en 1240, dos años después de la toma de la ciudad de Valencia. La rendición de Bairén, que supuso también la de los castillos satélites situados en la comarca de la Safor, permitió a las tropas cristianas asentarse definitivamente sobre lo que hoy es Gandia.

En los actos del 9 d'Octubre de Gandia no sonará el himno de España, como hizo el PP durante los últimos cuatro años, al considerar que se celebra una fiesta que tiene un sentido estrictamente autonómico.

La vicealcaldesa Lorena Milvaques, de Més Gandia, y el portavoz socialista, José Manuel Prieto, destacaron el esfuerzo de todos para evitar enfrentamientos «en la fiesta de todos los valencianos». El portavoz del PP, Víctor Soler, también se felicitó por el acuerdo.