En la Safor se venden unas mil unidades inmobiliarias anuales, según destacó ayer Javier Rocher, presidente de MLS Gandia, nombre comercial de la Associació Immobiliàries de la Safor i Marina Alta (Aismar), en el balance anual de la entidad. Rocher dijo que la Safor debe estar orgullosa «del nivel de profesionalidad» de las agencias inmobiliarias.
La Junta Directiva que preside lleva un año en el cargo y hace un balance «muy positivo». «Hemos incrementado en número de socios. Hemos organizado dos cursos de formación, sobre todo para poder dar a nuestros clientes un servicio más efectivo».
Un total de 18 inmobiliarias forman parte de Aismar. «El sector está dinámico, pero no lo entendamos con subidas de precio. Creo que los precios actuales se van a mantener e igual hay algunos pequeños descensos en algunas zonas, pero ha desaparecido el miedo a usar el dinero, a gastarlo o a invertirlo», señaló Rocher, quien añade que «eso se ve en las matriculaciones de vehículos y en las viviendas, donde se hacen muchas más operaciones».
El presidente de Aismar dijo que «la situación en el sector es mejor de lo que estaba», pero reconoció que «venimos de muy abajo» y que «hasta que no empiece la obra nueva no habrá una reactivación real», para que aún auguró años. Rocher dijo que estar asociado es bueno para las inmobiliarias porque es muy importante la formación que sólo se puede conseguir mediante una asociación profesional que permita ver a los compañeros no como enemigos, sino como asociados. «Trabajamos con exclusivas, competimos en la captación, pero compartimos la venta».
