Vecinos de la desembocadura del río Gallinera de Oliva, en concreto los de la zona del Riuet dels Gorgs, han denunciado que sufren inundaciones en sus parcelas cada vez que llueve y lo achacan a «la mala ejecución» de las obras realizadas en la zona y que han tenido un coste de 40 millones de euros.

Antonio Mascarell, uno de los afectados, señaló a Levante-EMV que «se ha construido el lecho de un río con una inversión de 40 millones de euros y no desagua en el mar, sino en mi casa y la de mis vecinos».

El afectado ha expuesto su queja tanto al Ministerio de Obras Públicas como al Gobierno de Oliva y el propio alcalde, a los que ha informado de esta situación. «Todos me han dado la razón pero nadie me da una salida para el problema».

Los problemas para estos vecinos llegan con las lluvias y la bajada del río, que dispone de dos tuberías laterales que fueron construidas por debajo del nivel del río. Según explicó el vecino, eso provoca que parte del agua que lleva el Gallinera retorna a las parcelas, que quedan inundadas.

Según los afectados, «bastaría con una simple compuerta para que no entrara el agua y se solucionara el problema». En el proyecto de canalización de la rambla Gallinera se han instalado una serie de compuertas para que el agua quede retenida en el interior del Gallinera, pero como no funcionan las mismas y nadie las cierra cuando llueve, el agua campa a sus anchas y se acumula en las parcelas de las proximidades de la desembocadura, agravando todavía más la situación que crea.

Los afectados piden desviar este canal paralelo al lecho del río con una tubería de cierta magnitud que desemboque en el río para que no inunde a las parcelas de las proximidades.

Antonio Mascarell señaló a Levante-EMV que habló con técnicos de Acuamed y del ayuntamiento de Oliva, pero que lleva dos o tres años esperando a que le solucionen el problema

El afectado considera que con una inversión de entre diez y doce mil euros se podría llevar a cabo el proyecto que demandan, una cifra que contrasta con los cuarenta millones que ha costado la canalización de la rambla Gallinera.

Los afectados consideran que si no se hacen estas actuaciones «las obras del Gallinera no servirán para nada porque no funcionarán como es debido» y esperan que «un día el mar no se enfade un poco y se suba, porque en mi casa ya tengo la mitad de los árboles del terreno muertos por la salinización de la zona y todavía no ha habido grandes temporales».