Cientos de personas llegaron tarde ayer al trabajo en Gandia al quedar atrapados en el colapso de tráfico que se inició a primera hora y que se prolongó hasta media mañana. Las principales vías de acceso a la ciudad, y también las calles que sirven de eje de distribución del tráfico, como Sant Vicent Ferrer y Sant Rafael, quedaron largo rato bloqueadas por una marea de coches.
En este colapso tuvo mucho que ver la lluvia, que cayó con intensidad durante largo rato, y también los accidentes de tráfico que se produjeron en vías que soportan una alta densidad de tráfico a esa hora de la mañana.
Así, todavía de noche se produjo un accidente cerca de la rotonda donde confluyen el acceso al hospital comarcal, la carretera de Villalonga y el acceso sur a Gandia, obligando a cortar esa vía para atender al herido, que cayó de un ciclomotor.
En en otro de los grandes accesos a Gandia, en este caso el norte, se produjo poco antes de las 8 de la mañana la colusión de una motocicleta y un coche, a consecuencia del cual el conductor del vehículo de dos ruedas resultó con heridas de consideración y tuvo que ser trasladado al hospital comarcal. En ese punto la circulación también se vio interrumpida durante largo rato.
Un tercer accidente de tráfico, en el que también se vieron implicados un coche y un ciclomotor, se produjo en la entrada del Grau de Gandia.
La primera parte del colapso matinal tuvo lugar medio a oscuras a consecuencia del apagado del alumbrado público cuando la luz natural apenas se percibe. A numerosas personas les ha llamado la atención que, ahora que amanece más tarde, el ayuntamiento no haya dado instrucciones de mantener encendidas las lámparas hasta que exista suficiente claridad.
A la oscuridad de ayer contribuyó que el día amaneciera con negros nubarrones y lluvia a veces intensa, pero fuentes municipales consultadas ayer por este periódico reconocieron que ya han tenido quejas de vecinos que no entienden tanta prisa en apagar el alumbrado, y también señalaron que darán instrucciones para que eso no ocurra.
Vigente todavía el horario de verano, las últimas jornadas de octubre están entre las que el sol sale más tarde. El próximo domingo los relojes se atrasan una hora, de manera que la luz del día aparecerá mucho antes.
