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«Se acabaron los proyectos faraónicos»

El Gobierno de la Diputación de Valencia anuncia a los alcaldes que financiará especialmente las actuaciones que afecten a varios municipios Rodríguez y Amigó reconocen que el pésimo sistema de transporte público impide vertebrar

«Se acabaron los proyectos faraónicos»

La Diputación de Valencia usará las ayudas que da a los ayuntamientos en la potenciación de las mancomunidades de municipios y en promover infraestructuras y servicios que afecten a varios de ellos, al considerar que eso beneficiará un mayor número de ciudadanos con el menor coste económico posible.

Es una de las conclusiones que el presidente y la vicepresidenta de la institución, Jorge Rodríguez y Maria Josep Amigó, transmitieron ayer a los alcaldes de la Safor en una reunión para presentar las líneas de actuación del nuevo Gobierno de PSPV y Compromís, que acaba de cumplir cien días al frente de la diputación.

Una cosa quedó meridianamente clara. Entre críticas a la gestión que llevó a cabo el PP en la diputación, Rodríguez y Amigó advirtieron a los alcaldes: «se han terminado los proyectos faraónicos». Y entre estos citaron las piscinas cubiertas o los campos de fútbol de césped artificial que, como posteriormente se ha demostrado, tienen un elevado coste de mantenimiento que no todos los ayuntamientos, como ocurre en Ador, pueden asumir en solitario. Por eso animaron a firmar convenios para que ciudadanos de distintos municipios compartan esas instalaciones públicas.

En el encuentro de ayer, celebrado en la Casa de la Marquesa de Gandia, los máximos responsables de la diputación insistieron en la prioridad de terminar proyectos que han quedado a medio hacer. Así, Jorge Rodríguez anunció un plan para mejorar y poner a día los polígonos industriales de la comarca que carecen de servicios esenciales, algo básico para que se puedan implantar empresas y generen puestos de trabajo. En la misma línea se aprobarán ayudas para potenciar las áreas comerciales urbanas.

Rodríguez y Amigó escucharon de boca del presidente de la Mancomunitat de la Safor, Salvador Femenía, el problema que sufre esta comarca con el transporte público por carretera debido al cierre de líneas de autobús que no son rentables o a la reducción de la frecuencia de paso.

«En transporte tenemos un problema de vertebración territorial», respondió Jorge Rodríguez, quien, pese a que la diputación tiene pocas competencias en la materia, se comprometió a impulsar acciones que permitan mejorar la red de autobuses. El propio Rodríguez conoce bien el problema porque, como alcalde de Ontinyent, su ciudad también se ha quedado sin conexión directa por autobús con muchos municipios, entre ellos Alcoi y Gandia.

Un sinfín de peticiones

El turno de intervenciones de los alcaldes, que se prolongó durante hora y media, incluyó una larga y costosa relación de proyectos pendientes. El alcalde de Tavernes de la Valldigna, que confesó que en cuatro años no pudo reunirse con el anterior presidente, Alfonso Rus, pidió ayuda para construir el colector de la playa, valorado en 3 millones de euros, que evitaría las constantes inundaciones. El de Simat sugirió que se tenga en cuenta el índice de paro a la hora de repartir ayudas a los municipios. Las de Palma de Gandia y Rafelcofer reprocharon a la diputación que tienen una carretera de su competencia que atraviesa los cascos urbanos y que deben construirse circunvalaciones. El de Miramar abogó por un servicio de limpieza de playas que tenga en cuenta los temporales de invierno que arrojan toneladas de basura a la arena. El de Oliva consideró necesario que la diputación ayude a conseguir proyectos financiados por la Unión Europea, y el de Villalonga solicita una brigada forestal para su término «porque es necesario limpiar las montañas en invierno para que no haya incendios en verano».

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