El mercado inmobiliario de la Safor registró en el segundo trimestre de 2015 el mayor volumen de transacciones de los últimos dos años y medio al contabilizar 665 compraventas de inmueble. Esta cifra supone un importante repunte del 45% respecto del primer trimestre, que de forma cíclica suele ser el más flojo del año, pero también un aumento del 17 % respecto de las operaciones que se formalizaron entre los meses de abril y junio de 2014, en que las estadísticas del ministerio computan 558 transacciones. La suma de las compraventas de inmuebles cerradas en la primera mitad del año también apunta una mejoría respecto del ejercicio anterior, ya que hasta junio se han registrado 1.106 transacciones en la comarca frente a las 1.002 contabilizadas en el mismo período del año anterior.
Con todo, este aumento de la actividad que empieza a registrar el mercado inmobiliario se circunscribe casi exclusivamente al sector de la vivienda de segunda mano. De hecho, apenas un 2,5 % de las 665 transacciones del segundo trimestre tienen por objeto viviendas de nueva construcción -apenas 17 en los 31 municipios de la Safor- mientras que el restante 97,5 % se centra en el mercado de la vivienda usada.
No en vano, en Gandia, la ciudad más grande de la comarca con amplia diferencia solo registró 3 operaciones inmobiliarias entre los meses de abril y junio, una pírrica cifra que viene a ser un termómetro del mal momento en el que se encuentra la vivienda de nueva construcción. De hecho, a penas se construye nada actualmente.
Para encontrar un trimestre en que el mercado inmobiliario de la Safor obtuvo mejores datos de actividad hay que remontarse a finales de 2012. Cierto es que el cuarto trimestre es el período en que, de forma cíclica, más movimientos suelen producirse debido a compradores que deciden realizar la inversión antes de finalizar año siguiendo estrategias de carácter fiscal o para aprovechar determinadas ventajas que tienen como fecha límite el 31 de diciembre.
El hecho de que se vendan infinidad de viviendas de segunda mano no es casualidad ninguna. En la mayoría de los casos se trata de pisos o casas que están en manos de los bancos, que proceden de desahucios y que son objetos de brutales descuentos y promociones que suelen servir como gancho para a muchas familias que buscan una vivienda y disponen de posibilidades económicas para lanzarse al ruedo.
De las 665 transacciones registradas durante el segundo trimestre del año, casi la mitad se produjeron en la ciudad de Gandia, con 307. En Oliva se llevaron a cabo 123 operaciones, prácticamente el doble de lo que se registró tres meses antes y el mejor desde hace dos años y medio, mientras que en Tavernes hubo 53 compraventas, 31 más que de enero a marzo de este año, recuperando así el nivel que tenía a finales del pasado año.
Parece pronto para hablar de una recuperación real del sector, pues habrá que esperar para ver si se consolida la tendencia alcista que arrancó a principios de este mismo año. Habitualmente son los dos últimos trimestres los que más casas se venden, por lo que, de seguir así, se podrían registrar cifras de record respecto a los años más duros de la crisis del ladrillo.
