La Diputación de Valencia ha reñido públicamente al Ministerio de Fomento a cuenta de la construcción, o mejor dicho, la no construcción, de una rotonda proyectada en la intersección de las carreteras Natzaret-Oliva y de la Vital, en el término de Gandia.
No se trata de un cruce cualquiera. En ese punto situado junto a la depuradora comarcal de aguas residuales se han producido accidentes de tráfico muy graves, especialmente en verano, por lo que, según señala la diputación, está considerado un punto negro de la red viaria comarcal.
El enfrentamiento entre las dos administraciones surge por la superposición de competencias a la hora de ejecutar la gran rotonda prevista allí. En un principio, la obra le correspondía a la diputación, dado que tanto la Natzaret-Oliva como la carretera de Daimús son de su titularidad.
El problema es que, en 2009, el Ministerio de Fomento anunció que se iba a hacer cargo de la obra al incluirla en el proyecto global del nuevo acceso sur al puerto de Gandia, que fue adjudicado en 2010 con un presupuesto de algo más de 16 millones de euros.
La diputación, obviamente, retiró el proyecto de sus previsiones, pero no sabía que, en abril de 2012, cuatro meses después de que el PP accediera al Gobierno de España, las obras quedaron paralizadas por los recortes presupuestarios. Eso llevó nuevamente a la diputación a proyectar una rotonda provisional con el fin de evitar los accidentes, pero en enero de 2013, durante una reunión de coordinación de planes de carreteras con el Ministerio de Fomento, se informó que el acceso sur al puerto iba a retomarse, incluyendo la dichosa rotonda. Este es el día, sin embargo, que ni está hecha la glorieta ni tampoco el resto de la carretera al puerto.
Por ese motivo a los responsables de Carreteras de la diputación les ha sentado fatal que Fomento acuse a esta institución de haber demorado la obra. Y lo han expuesto en un informe al que ha tenido acceso este periódico. Dirigiéndose al ministerio de Ana Pastor señalan: «No cabe afirmar que la diputación demora la rotonda desde hace años cuando es el ministerio el que ha expropiado los terrenos e iniciado los trabajos, razón por la que la diputación no se planteó actuar».
El rifirrafe es aún más sorprendente porque se produjo cuando el PP gobernaba ambas administraciones. Y lo peor es que el punto negro sigue allí.
