El conseller de Economía, Rafael Climent, ha criticado la gestión que el anterior Consell del PP hizo con los centros comerciales abiertos, como el de Gandia, y ha reclamado una revisión del modelo porque «solo los de Valencia, Villena y Ontinyent mantienen un nivel productivo alto». Por ese motivo, Climent consideró necesario aplicar medidas de sostenibilidad y flexibilización.
En una comparecencia ante la Comisión de Industria, Comercio, Turismo y Nuevas Tecnologías, el conseller Climent enfrió la celebración del vigésimo aniversario de la cooperativa comercial Centre Històric de Gandia y señaló que la «falta de planificación» y la política del PP, basada «en el clientelismo y en ayudas sin límite ni objetivos», ha llevado al centro comercial abierto de esta ciudad, junto al de Orihuela, a la «práctica desaparición».
El conseller Climent fue preguntado por la diputada socialista Antonia Serna sobre la situación de los centros comerciales de área urbana de la Comunitat Valenciana. Serna dijo que estas áreas comerciales tienen como objetivo constituir un espacio abierto en las ciudades con «servicios, cultura, turismo y ocio común», para «revitalizar el comercio local en los cascos históricos y zonas determinadas». Según denunció la diputada socialista, los centros comerciales abiertos «se crearon con esta filosofía, pero la realidad es muy distinta porque se edificaron con políticas clientelistas y funcionaron a base de ayudas sin límite y objetivos», debido a «las políticas características del PP» en la Generalitat.
Ante esta reivindicación, Climent abogó por «revisar el modelo» de estos espacios comerciales «en su totalidad», porque «actualmente solo tres, Valencia, Villena y Ontinyent, mantienen un nivel alto de producción y consumo», frente a los de Orihuela y Gandia que, según dijo, están «en práctica desaparición».
En ese punto, el conseller Climent aportó la parte positiva, anunciando que la Generalitat subvencionará a los centros comerciales de las ocho localidades, entre ellas Gandia, con 146.860 euros para «integrar el modelo en ciudades sostenibles», con planes de movilidad, mejora ambiental, eficiencia energética y de residuos, así como a través de programas de fidelización al cliente y campañas de consumo responsable.
Al respecto, la diputada Serna añadió que «cada vez debe ser más importante el papel del comercio para una vida comunitaria equilibrada, tanto en grandes comercios como en tiendas de barrio», por lo que defendió la función de los centros comerciales abiertos urbanos como instrumentos de «cohesión social y cultural» en municipios de la Comunitat Valenciana, que «independientemente de su tamaño, dé vida a los barrios frente a la actual desertización comercial».
Sobre la gestión de estos espacios durante la anterior legislatura de gobierno autonómico del PP, la diputada Serna criticó la «falta de planificación» de un ejecutivo que, en su opinión, «no veía estos centros comerciales como vertebradores de las economías locales», con su «clásica política de escaparate sin planes concretos». Además, denunció que, en algunos municipios, «se crearon gerencias de centros comerciales abiertos para apoyar asociaciones afines al PP».
