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El primer presupuesto del Consell del PSPV y Compromís premia a Gandia

-La Generalitat incluye para 2016 el convenio de Simancas y un centro de salud en el viejo hospital -En el resto de municipios el dinero se destina mayoritariamente a pagar proyectos ya ejecutados

Una ambulancia sale del antiguo hospital Francesc de Borja el día del traslado al nuevo centro, el pasado abril Ximo Ferri

El primer presupuesto elaborado por el Consell de la Generalitat, formado por el PSPV y Compromís, ya recoge una parte de la «sensibilidad» que la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, pidió al resto de las instituciones para paliar la gravísima situación económica de las arcas municipales.

Así, y a falta de que el Consell concrete posibles inversiones en otros municipios, Gandia es, a mucha distancia, la ciudad más agraciada en la relación de inversiones de la Generalitat de 2016. No es que sean cifras para echar cohetes, pero, visto lo visto en otros municipios, la capital de la Safor se lleva la mayor parte del dinero con destino a la comarca.

Unas partidas eran conocidas, como los 3 millones para seguir pagando el hospital comarcal, o los 200.000 euros que se destinan al Palau Ducal a través de la fundación que lo gestiona.

Pero otras son novedad, como los 1,7 millones de euros para el complejo Simancas, en el que se construyen 104 viviendas en una remodelación urbanística de un antiguo espacio degradado, o, como gran novedad, 150.000 euros para el centro de salud de Roís de Corella, que se emplazará justamente en el edificio del viejo hospital comarcal. Esa fue una promesa de la alcaldesa de Gandia en su campaña electoral.

Fuera de Gandia, la partida más importante detallada en el presupuesto que el Consell ha presentado a las Corts para 2016 son los 595.000 euros para la Fundació Jaume II, que gestiona el antiguo monasterio de Valldigna.

El resto son actuaciones comprometidas o inversiones para pagar proyectos ya realizados. Beniarjó y Villalonga recibirán la última certificación de sus respectivos auditorios. Piles y Alfauir ven recogidos sus convenios para instalaciones deportivas. Palmera financiará con la ayuda del Consell el nuevo depósito de agua potable y Barx pagará el colector de aguas residuales que ya lleva los caudales de la Drova a la depuradora.

En este primer presupuesto del Consell autonómico surgido de las elecciones de mayo pasado no están, y tampoco se esperaban, las grandes infraestructuras y actuaciones de elevado coste económico que la Mancomunitat, los ayuntamientos, los empresarios o la sociedad civil vienen reclamando desde hace muchos años.

Así, el Gobierno de Ximo Puig no contentará a los vecinos de Tavernes de la Valldigna, que durante varios años llegaron a ver reflejada en el presupuesto una cantidad para construir la carretera de circunvalación que sacaría miles de vehículos diarios del casco urbano. Cuando llegó a presupuestarse, se calculó que la obra vendría a costar unos 9 millones de euros.

En carreteras tampoco figura la prolongación hasta l'Olleria de la autovía que ahora discurre entre Palma de Gandia y Terrateig. Incluso hay quienes dudan que, en la actual coyuntura económica, esa obra, que costaría decenas de millones de euros, vaya a ejecutarse.

Mucho menos valdría la rotonda que el Ayuntamiento del Real de Gandia reclamó insistentemente a la Generalitat en el cruce de la carretera de Albaida con el acceso a la urbanización de Monterrey, donde se han producido muchos accidentes. Ni el PP cumplió su promesa ni el nuevo Consell la ha tenido en cuenta en su primer presupuesto.

De Oliva también ha «desaparecido» de las previsiones la construcción del segundo centro de salud de la ciudad, en el barrio de Sant Francesc, otro de los proyectos que el PP prometió y que después no hizo.

Pero es en educación donde las ausencias son más significativas. El conseller del ramo, Vicent Marzà, ya dijo que sería necesario planificar las actuaciones para priorizar las inversiones, por lo que en este presupuesto nadie esperaba que apareciera el dinero para construir nuevos centros de Primaria en Palmera o la Font d'en Carròs, así como los institutos Jaume II de Tavernes de la Valldigna y Ausiàs March de Gandia, entre otros. Aun así, el conseller Marzà dispone de una amplia bolsa de dinero para colegios, de manera que a lo largo de los próximos meses podría incluir alguna de estas obras para ejecutarlas en el año próximo.

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