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El temporal normaliza el registro anual de lluvias en la Safor

-Las precipitaciones no generan daños graves y resultan beneficiosas para la agricultura -El mar engulle la playa de la Goleta de Tavernes y causa la caída de árboles y el cierre del puerto en Gandia

Otro ejemplar que se llevó por delante el temporal en Gandia Natxo Francés

La lluvia que ayer ocasionó importantes incidencias en varios puntos de la Comunitat Valenciana no se cebó especialmente con la comarca de la Safor en esta ocasión, a diferencia de lo que ha ocurrido en anteriores episodios de inclemencias meteorológicas.

Las precipitaciones no solo no causaron daños importantes, sino que sirvieron para que los niveles pluviométricos anuales de los municipios de la comarca se sitúen en puntos prácticamente normales a falta de dos meses para que finalice 2015 y después de que el año pasado, 2014, fuera uno de los más secos que se recuerdan.

En Barx, el punto donde más llovió, se registraron 86 litros por metro cuadrado, que sirvieron para incrementar el acumulado anual hasta los 786. En Marxuquera, los pluviómetros situaron las precipitaciones de ayer en los 56 litros, con un acumulado de 603 anuales. En Gandia, la capital comarcal, cayeron 59 litros (698 en lo que va de año), mientras que en Xeraco se registraron 40 (755). El municipio que más agua ha recogido este 2015 es Tavernes de la Valldigna, cuyos valores, tras los 47 litros caídos ayer, ascienden a 787 en el acumulado entre enero y noviembre.

El episodio de ayer también viene muy bien a la agricultura. Las importantes precipitaciones caídas en la cuenca alta de los ríos Serpis y Vernissa permiten recuperar las balsas del pantano de Beniarrés. Ayer, además, corría agua por el cauce del Serpis, algo que no se había producido prácticamente en todo el año.

Incidencias sin importancia

Pese a los efectos eminentemente positivos del episodio de lluvias, no significa que, a su vez, no se produjeran algunos daños, eso sí, de escasa importancia.

Si bien, la más damnificada fue la playa de la Goleta de Tavernes de la Valldigna, que vio cómo el mar, una vez más, engullía la totalidad de la arena. Este periódico pudo comprobar cómo las olas rompían sobre las fachadas de las viviendas construidas a primera línea de la playa dejando incluso los cimientos de los edificios al descubierto.

Esta zona ya estaba herida de muerte por los temporales de este mismo otoño pero el de ayer acabó por hacer desaparecer una zona de arena que fue regenerada por Costas el pasado mes de abril.

En la playa de Piles el mar también se acercó con bravura al paseo marítimo, pero, a diferencia de otras ocasiones, no llegó a engullir por completo la zona de la arena del litoral del sur de la comarca de la Safor, todo y que esta es una de las playas más sufre los problemas de regresión.

En Gandia, quitando la caída de un par de árboles, el principal problema que ocasionó el mal tiempo fue el impresionante colapso de tráfico que se produjo en los accesos a la ciudad a primera hora de la mañana. El atasco tuvo lugar entre las 8 y las 9.30, horas en las que centenares de personas acuden a sus trabajos y a llevar a los niños al colegio. Esa unión de factores, sumada a la lluvia, hizo que se produjera una incómoda situación para los conductores.

Por otra parte, la rotura de un cable en la estación de ferrocarril de Sueca y el embalse de agua en otros puntos de la red ferroviaria ocasionó retrasos de hasta 20 minutos en la línea C-1 de Cercanías entre Valencia y Gandia. El temporal obligó a cerrar el puerto durante varias horas e impidió a las pesqueras salir a faenar.

También en la capital comarcal el mal tiempo derribó al menos dos árboles, sin causar ningún tipo de daño personal ni material.

Durante la madrugada, efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos trabajaron en el saneamiento de un toldo, también en Gandia, en recoger un árbol caído en Oliva y otro en Ròtova. Todas estas incidencias fueron resueltas sin causar daños personales ni materiales de importancia.

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