Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Infraestructura necesaria

El Gobierno encarga la depuradora que Oliva exige hace 20 años

La Dirección General del Agua licita el proyecto, pero no la ejecución, que costaría unos 18 millones El alcalde ha reivindicado esta actuación a representantes de la Administración del Estado.

El Ministerio de Medio Ambiente acaba de dar una alegría a Oliva, pero a largo plazo. La Dirección General del Agua ha decidido desempolvar el proyecto para construir una nueva y gran depuradora en la zona norte del casco urbano, previsiblemente junto a la playa, que pondría fin a las actuales deficiencias en el tratamiento de las aguas residuales de la segunda ciudad de la Safor.

Se trata de una actuación que el Ayuntamiento de Oliva viene reclamando desde hace cerca de veinte años y que, como publicó Levante-EMV, el ministerio no tenía previsto construir al menos hasta el año 2022, lo que generó la protesta de toda la corporación municipal en un pleno celebrado en febrero del año pasado.

Tras las elecciones municipales que propiciaron un cambio de gobierno, el nuevo alcalde, David González, incluyó esta reivindicación en las reuniones mantenidas con responsables de la Administración del Estado y, en declaraciones a este periódico, denunció que en esos 20 años de reivindicaciones los olivenses habían pagado, con el recibo del agua, el equivalente al presupuesto para construir tres depuradoras como la que la ciudad necesita.

Sea o no por esas protestas y reivindicaciones, ayer el Ministerio de Medio Ambiente anunció la licitación para redactar el proyecto. El trámite abierto ahora no es para la construcción de la depuradora, sino para disponer de los planos previos.

El concurso sale con un presupuesto de casi 350.000 euros, porque, para la ejecución de las obras, se necesitan 18 millones de euros que no se sabe cuándo se podrán consignar.

En el ámbito de depuración de aguas residuales, Oliva, y también Tavernes de la Valldigna, figuran entre las ciudades valencianas marcadas en negro. Sus obsoletas depuradoras, que se construyeron hace décadas, no pueden tratar debidamente el caudal que les llega.

El proyecto que ahora se encarga, para el que no hay calendario de ejecución, incluye el tratamiento terciario del agua, de manera que el caudal resultante podrá ser reutilizado para el riego, algo que ni siquiera ocurre en la gran depuradora de Gandia.

Compartir el artículo

stats