Recuperar la confianza de la ciudadanía hacia el organismo y generar un mayor gardo de conciencia social ante la necesidad de potenciar la recogida selectiva y una gestión de los residuos «más respetuosa» con el medio ambiente. Son las líneas prioritarias de trabajo que ayer dibujó Roger Cerdà en la nueva hoja de ruta del Consorcio de Residuos (COR). El alcalde de Xàtiva se comprometió a crear, en un periodo de tres meses, un Consell de Participación Social para abrir el organismo a la ciudadanía y anunció que aireará todos los contratos y gastos del organismo para despejar cualquier «sombra de sospecha» en la gestión durante la etapa anterior. De este modo se refirió de forma velada a la causa abierta por un juzgado de Xàtiva que investiga si hubo prevaricación en la adjudicación de la planta de Llanera, por la cual el expresidente del COR, Vicente Parra, declarará como imputado. Cerdà ve «urgente» clarificar los procesos de contratación llevados a término y se comprometió a que «no haya ninguna parte oscura», abriendo la gestión a la participación y a la transparencia. Durante su discurso, el nuevo presidente quiso remarcar su voluntad de trabajar «intensamente» por el consenso en las decisiones seno del COR, más allá de «partidismos». Cerdà avanzó una «agenda verde social» para concienciar sobre la importancia del reciclaje.