El gobierno de Gandia no ocultó ayer su satisfacción ante el «atrevimiento» de la Generalitat, que en la tarde del miércoles, como ayer adelantó este periódico, confirmó con absoluta claridad que la playa de l'Auir, un paraíso que se ha librado del hormigón, ya no podrá ser urbanizado.
El Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde (Pativel) anunciado por la consellera de Territorio, María José Salvador, pone fin a treinta largos años de especulaciones sobre el momento en que una empresa pudiese presentar una oferta en firme para levantar construcciones en esta franja de más de dos kilómetros situados entre Gandia y Xeraco.
El gobierno gandiense dejó a un lado las dudas sobre la posible indemnización que podrían exigir los propietarios de los terrenos, que son urbanizables desde 1983, y expresó sus emociones. Primero agradeció a la Generalitat su apuesta clara por salvar aquellas franjas del litoral valenciano que milagrosamente no han sido construidas y, en segundo lugar, se dirigió a quienes durante años reivindicaron la máxima protección de un espacio unido al marjal y al macizo del Mondúber, formando una trilogía de modalidades de suelo protegido: El forestal y montañoso a poniente, la zona húmeda inundada en el centro y la restinga con las dudas litorales en el extremo de levante.
«La joya de la corona está salvada», señalaron ayer la alcaldesa y la vicealcaldesa de la ciudad, Diana Morant y Lorena Milvaques, que comparecieron junto a los concejales de Urbanismo y Territorio, Vicent Mascarell y Xavier Ródenas, en una puesta en escena que incluyó momentos de emoción difícilmente contenida, especialmente por parte de Ródenas, un activista ecologista que, junto a otros muchos, participó en la pasada legislatura en las concentraciones y protestas contra el gobierno de Arturo Torró, que convocó un concurso de ideas entre arquitectos para ubanizar la playa de l'Auir a partir de las limitadísimas condiciones que fijó el Plan General de Ordenación Urbana de Gandia en 1983.
«Se superan las expectativas»
Los planes del nuevo gobierno local del PSPV y Més Gandia no están definidos, e incluso se plantea la posibilidad de abrir un proceso de participación ciudadana, siempre bajo la premisa de la protección de la playa, pero, a preguntas de este periódico, surgió la idea de convertir l'Auir en un espacio más o menos parecido al Saler de Valencia, una franja de playa poblada de bosque mediterráneo que constituye un ecosistema singular y que atrae a muchos visitantes. Para ello Gandia quiere ahora acceder a ayudas europeas de los fondos Feder.
L'Auir tiene 1.700.000 metros cuadrados, de los que 400.000 ya están protegidos como parque público. Ahora, sin embargo, el Consell garantiza que todo el espacio quedará definitivamente sin urbanizar. El concejal Vicent Mascarell lo resumió señalando que «la Generalitat ha superado todas las expectativas».
