¿Cómo llega usted al mundo de la política?
Estoy aquí porque un día Chelo Escrivà y Andrés Sánchez me comentan que necesitaban una persona de apoyo en el tema económico. Yo no había estado nunca en política ni era mi intención ni pensamiento entrar, pero al final consideré que sí, que aunque no he estado muchos años en Oliva, puedo aportar algo con mi colaboración y decidí darles mi apoyo a la candidatura, estar en el equipo e intentar sacar el tema adelante. Este es el principio de la historia.
A nivel político el PP de Oliva está en un impás, con una junta gestora. ¿Le gustaría a usted ser presidente local del PP?
Cuando entré en política tenía muy claro que no iba a ser el alcalde de Oliva. Y así se lo transmití a Chelo en su momento. No me veo en el cargo y tengo una profesión que no me permite jugarme cuatro años de vida profesional por otros cuatro de vida política. Yo soy técnico y esa es mi estructura mental. Apoyaré al partido, como he hecho hasta ahora. No me veo dirigiendo el PP de Oliva, como también he transmitido a algún miembro del partido. Tendrán mi apoyo, colaboraré en lo que pueda, pero no me veo ni presidente del PP local ni como alcalde.
¿Desde dentro se ven las cosas distintas a desde fuera de la barrera?
La política desde dentro es distinta. Quizás porque yo vengo de un mundo en el que las decisiones son más racionales y destinadas a un objetivo rápido. Y aquí en política ves demasiada lentitud, muchos intereses puntuales y a mí me choca muchísimo. Yo soy más rápido a la hora de pensar en hacer las cosas.
¿Qué es lo que más le ha decepcionado de la política?
Yo entiendo que la dirección de un ayuntamiento debería estar consensuada entre todos. No entiendo que quien gana por un 52 % no permita que el otro 48 % ayude en algún momento. Recientemente, en el tema de los impuestos del IBI de urbana o rústica, alguien que proponga una colaboración, aunque sea en el pleno, se nos niegue rotundamente. Debe de haber una mesa en la que se siente todo el mundo y aporte sus iniciativas.
Hubo un conflicto entre el grupo municipal con Chelo Escrivà. ¿Cómo ha visto esta situación comprometida que ha tenido que pasar?
Chelo Escrivà, por la información que tengo, no abandona el partido, sino que renuncia a su cargo de concejal. Esas acciones en política son difícilmente asumibles y generan un problema de estabilidad y de relación entre partidos. Yo miro hacia adelante, no pensando en lo que ha sucedido atrás. Es algo olvidado.
Como jefe de la oposición del Ayuntamiento de Oliva, ¿qué cuestiones le gustaría que abordara el actual gobierno para el futuro de la ciudad?
Los temas más importantes para mí son los económicos. Oliva está basada en cuatro patas económicas. Si hubiera una renta económica buena, habría también una renta social buena. Partimos de la base que tenemos un sector agrícola muy abandonado. Y en este momento van a ser más penalizados con la subida del IBI. Tenemos también una parte industrial, un poco dejada de la mano en cuanto a los polígonos. Hay una parte de turismo que se ha consentido que durante un año no hubiera oficina de información turística en la playa. Y todo ello se vuelca en la cuarta pata, que es el comercio. Si las otras tres patas funcionan, el comercio va adelante. Hay una falta evidente de apoyo, con las medidas que se pueda desde un ayuntamiento como el nuestro, de prestar los mejores servicios. Hace falta un proyecto muy importante, y es una oficina de búsqueda total de fondos europeos y de ayudas que puedan servir para ayudar a todos los sectores económicos locales. A partir de ahí tendremos mejores servicios sociales, mejor renta, el comercio funcionará mejor.
En este sentido, ve positivo el anuncio de la Generalitat Valenciana para considerar a Oliva como municipio piloto para conseguir fondos de la Unión Europea?
Desde el punto de vista que nos consideren una ciudad piloto para conseguir ayudas de la Unión Europea, «chapeau», me quito el sombrero. A mí no se me caen los anillos por decir que si lo ha conseguido el Bloc-Compromís como si fuera Esquerra Unida. Yo no soy partidario de desmerecer los logros que son buenos para Oliva. Por supuesto que les felicito. Por eso creo que al mismo tiempo los demás podrían hacer lo mismo. Si los grupos de la oposición podemos aportar ideas, deberíamos sentarnos, hablar y entre todos conseguir lo mejor para esta empresa, que para mí es Oliva. Una empresa en el sentido de conseguir lo mejor posible para todos los clientes, que son los ciudadanos. Ya lo dije en mi primer discurso público. Creo que todos deberíamos perseguir lo mejor para nuestra ciudad, sea el partido que sea quien lo logre.
