Arturo Torró hace ya casi medio año que no es alcalde de Gandia. De hecho, parece que cada vez está más cerca su marcha como concejal del PP en el Ayuntamiento. Sin embargo, son muchos los que siguen pendientes de él y, en ocasiones, sus palabras generan auténticos incendios.
Ayer la volvió al liar al salirse de tono con unas declaraciones vertidas desde su perfil de la red social Facebook. Torró colgó en su muro una fotografía nocturna en la que se veía la imagen de la rotonda de la entrada norte de la ciudad con la escultura de las letras que forman la palabra Gandia iluminadas de color rojo, cuando hasta ahora el foco que las adornaba era azul.
La conclusión de Torró era que Diana Morant, alcaldesa socialista de la ciudad, había dado orden de cambiar el color de la iluminación. «Ella ha pensado, somos rojos, pues de color rojo», apuntaba en el comentario que acompañaba la fotografía. Iba más allá y se preguntaba, «¿después de esto pintará las bicis?» (se refiere a los vehículos del servicio público de alquiler de bicicletas).
En realidad, el cambio en el color de las letras no tenía nada que ver con una cuestión ideológica, sino que servía para conmemorar el Día Mundial de sida (el rojo es el color del lazo que se usa para luchar contra esta enfermedad). El Gobierno de Gandia aceptó la propuesta que días atrás había hecho el Col·lectiu de Lesbianes, Gais, Transsexuals i Bisexuals de la Safor, en la que pedían al departamento de Servicios Básicos que se adoptara el cambio cromático para conmemorar esa jornada, que tuvo lugar ayer. El rojo se mantendrá una semana.
Por este motivo, el comentario del exalcalde del PP encendió los ánimos de la asociación que, a través de un comunicado, exigió «una rectificación pública» de sus palabras en la red social. Desde CLGS consideraron «muy loable» la acción del gobierno y, en un tono conciliador, pidieron que «se sumen tanto los partidos que dan apoyo al gobierno como los de la oposición».
También respondieron desde el PSPV. A través de un comunicado, el partido que forma parte del Gobierno local tachó de «vergonzosas» y «malintencionadas» las palabras y pidió su retirada.
El mensaje del exalcalde en Facebook se llenó de respuestas negativas (aunque había algunas que le daban la razón), en cuanto un internauta le mostró la solicitud que CLGS había hecho al ayuntamiento. Por la tarde, el exalcalde se retractaba en Twitter. «En esta vida nunca hay que tener miedo a rectificar y pedir disculpas».
