Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Proyecto Hombre atiende cada vez a más jóvenes esclavos de la tecnología

La Fundación Arzobispo Roca contra la drogadicción, en la que están 50 personas, estrena locales en Gandia El obispo Esteban Escudero llama a los voluntarios a que actúen siempre «por amor»

Proyecto Hombre atiende cada vez a más jóvenes esclavos de la tecnología

La Fundación Arzobispo Miguel Roca, a través del llamado Proyecto Hombre, está atendiendo en Gandia a cerca de cincuenta personas que sufren problemas de adicción. No solo se trata de las clásicas drogas, como el alcohol, el tabaco o la marihuana, sino que buena parte de los asistidos están en ese programa de «recuperación» porque se han quedado enganchados a las nuevas tecnologías. Son, en su mayoría, jóvenes convertidos en esclavos de sus móviles o de sus ordenadores.

Lo resumía ayer Vicent Pla, coordinador de Proyecto Hombre en Gandia, quien señala a este periódico que la llamada «tecnoadicción» ha creado adictos compulsivos de las nuevas tecnologías. Hasta el extremo que hay jóvenes de entre 12 y 14 años que pasan de 8 a 10 horas al día en internet pegados a las pantallas de sus móviles u ordenadores.

«Intentan huir de una realidad ingrata», señala Pla, quien explica que han detectado un fenómeno consistente en que cada vez más jóvenes crean problemas en su entorno familiar.

Otro problema al que se enfrenta Proyecto Hombre es la creciente ludopatía. Jóvenes y no tan jóvenes que, gracias a los múltiples sistemas existentes para apostar dinero, se enganchan a una actividad que casi siempre lleva a la ruina y que amenaza su economía y la de sus familias. Las llamadas «apuestas online» que permiten jugarse dinero a través del teléfono móvil o en máquinas situadas en los bares, no ha hecho más que agravar un problema que ha conducido a la exclusión social a miles de personas.

A todos ellos, más los casos «clásicos» de adicción a drogas, Proyecto Hombre de Gandia ofrece programas educativos dirigidos fundamentalmente al autocontrol. Intentan lograr que lo que puede ser un acto normal no se convierta en una irrefrenable adicción compulsiva que anula la personalidad de quien la padece.

Una gota en un mar de adicción

En Gandia Proyecto Hombre colabora con las unidades de conductas adictivas del sistema público de salud, pero, como indicó ayer Vicent Pla, serían necesarios más medios, dado que a las cerca de cincuenta personas que ya atienden se suman otra decena que están en lista de espera, quienes también reciben información y asesoramiento para escapar de sus adiciones.

Estas cifras suponen solo una ínfima parte del problema social que, a criterio de los expertos, está generando la tolerancia e incluso la difusión de comportamientos sociales relacionados con las drogas, especialmente el alcohol, cuyo consumo necesariamente asociado a alegría y fiestas ha pasado de ser una excepción a convertirse en algo habitual.

Precisamente para seguir ayudando a salir de las adicciones compulsivas Proyecto Hombre dispone de un nuevo local en la calle Duc Carles de Borja que le ha cedido la Colegiata de Gandia. El obispo auxiliar de Valencia, Esteban Escudero, bendijo ayer ese lugar y, citando a san Pablo, animó a los voluntarios y responsables de la Fundación Arzobispo Miguel Roca a actuar siempre «por amor».

Compartir el artículo

stats