La Demarcación de Costas, entidad que depende del Ministerio de Medio Ambiente, ha iniciado los trabajos de regeneración de arena en la playa de la Goleta, en Tavernes de la Valldigna. Se trata, probablemente, de uno de los puntos del litoral valenciano que sufre mayor regresión, de ahí que, en cada fuerte temporal de mar, la zona destinada a los bañistas acabe desapareciendo. Esa situación da como resultado el golpeo del agua sobre la fachada de las viviendas construidas a primera línea. En algunos casos, incluso, el mar ha dejado al aire los cimientos de las edificaciones.

En este caso, como ayer confirmaban fuertes de la Demarcación de Costas de Valencia, se trata de una «actuación de emergencia» con motivo de las fuertes lluvias que se produjeron a principios del pasado mes de noviembre.

Aquel episodio, como publicó este periódico, provocó que el mar se llevara por delante la arena que el pasado mes de abril, en plena Semana Santa, ya había sido regenerada, como tantas otras veces ha ocurrido en Tavernes.

Hay que decir que, esta vez, posiblemente, sea una de las ocasiones en las que más rápidamente ha actuado Costas en el caso de la playa de la Goleta, pues en apenas un mes ha llevado a cabo el proyecto y la adjudicación de los trabajos.

Las obras, que ya han empezado, han sido adjudicadas a Dragados por un valor que asciende a 830.000 euros. La cantidad de dinero invertido indica la importancia de la actuación, que incluye también la regeneración de la playa de la Garrofera, en el parque de la Albufera.

En el caso del litoral vallero se verterán alrededor de 50.000 metros cúbicos de arena, una parte de los cuales serán trasladados de otros puntos de la propia playa de Tavernes, donde hay acumulación, mientras que otra cantidad llegará desde diversas canteras, según destacaron fuentes de la demarcación de Costas. El organismo espera que para el próximo 30 de diciembre finalicen los trabajos para tenerlo todo listo antes de que se acabe el año.

Desde el consistorio confían en que esta actuación sea más duradera que las últimas y la arena no acabe desapareciendo en el próximo temporal.