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Prohibido fumar opio

Prohibido fumar opio

Decía nuestro maestro Karl Marx, fundador del marxismo, que la religión es el opio del pueblo. Pero afortunadamente, ahora con la izquierda republicana, progresista y sectaria en el poder ha llegado el momento de liberarnos del vicio.

Desde Valencia, el alcalde Ribó se ha convertido en el adalid de la gran cruzada de secularización que traerá la paz social a nuestra comunidad, inmersa hasta ahora en un rancio clericalismo, de tradiciones cristianas y, por lo tanto, ajeno a la modernidad de la alianza de civilizaciones y del todo vale.

Este genuino programa de laicidad progresista y moderna comenzó hace poco tiempo con la prohibición de algunas procesiones bajo el lema de «Menos procesiones y más fornicaciones». Siguió con la retirada de todo tipo de símbolos religiosos en los cementerios que, sin duda, fue un gran éxito al contar con todo el apoyo de la población difunta que no se manifestó contra el acuerdo, lo que refuerza la idea de Groucho Marx, el hermano de Karl, que dice: «El muerto al hoyo y el vivo al bollo». Al bollo político que, sin duda, es el que más beneficia y alimenta.

Está en fase de estudio la ley contra curas y monjas para obligarles a llevar el distintivo amarillo, como se hacía con los judíos en el III Reich. Al mismo tiempo, se les obligará a cambiar el agua bendita por agua mineral y sustituir las hostias en la comunión por pastillas juanola.

Este nuevo proyecto de ley contempla también la requisa de los lugares de culto para convertirlos en salas de usos múltiples para adoctrinar y educar a la ciudadanía.

Otra de las medidas contempla anteponer el calificativo de camarada a los santos o vírgenes, patronos de los diferentes pueblos de la Comunidad Valenciana, y añadirles la palabra «obrero».

El proyecto recoge también la transformación de las ermitas de la Comunidad en albergues rurales para la prostitución con el fin de aliviar la tarea de las numerosas izas, rabizas y colipoterras que pueblan las carreteras valencianas.

Pero sin duda, la acción más importante de esta Cruzada de Secularización se realizará sobre los típicos belenes, de lo que antaño se llamaba navidad, donde se producirán las siguientes variantes: El niño Jesús pasará a ser la niña Jesusa. El papel de san José lo interpretará un maduro gay con barba, mientras que el papel de María correrá a cargo de una conocida lesbiana. Y dado que en estos belenes no pueden aparecer animales, por la protección que se merecen, el buey y la mula serán sustituidos por una estufa de butano. En la puerta del pesebre, estará Ada Colau para defender a los inquilinos de un grupo de directivos de bancos, que aparecerán siempre con frac y chistera, e impedirles que desahucien a la niña Jesusa.

Los Reyes Magos serán sustituidos por auténticas reinonas magas con peineta, mantilla y un clavel reventón en el escote, montadas en carros de combate. Por su parte, los ángeles serán miembros del Socorro Rojo Internacional. Los pastores estarán representados por obreros de los diferentes sindicatos y los caganers por los números uno del PSPV, Compromís y Podemos, con el culo al aire.

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