Casi tres años después de que la discoteca Cocoloco, situada en la primera línea de la playa de Gandia, echara el cierre en virtud de un acuerdo con el Ayuntamiento la ciudad, la empresa propietaria de ese establecimiento, Becos, ha solicitado al consistorio revertir todo el proceso administrativo y permitirle que Cocoloco vuelva a abrir sus puertas.
Es la sorprendente propuesta que le ha planteado Becos a todos los grupos políticos municipales después de que los propietarios se hayan esforzado en los últimos meses en trasladar que aquel cierre solo les ha producido daños en forma de millonarias pérdidas económicas.
Pese a que el anterior Gobierno local del PP y la propia empresa Becos vendieron que el cierre de la discoteca fue fruto de un «acuerdo» y que era «a coste cero» para el ayuntamiento, nada está más lejos de la realidad.
Becos, que asegura haber perdido dinero con la discoteca que abrió con el mismo nombre en otra zona de la playa, tiene presentada una reclamación contra el ayuntamiento para que le pague más de dos millones de euros en concepto de perjuicio económico causado por el decreto que obligó a cerrar la sala situada en primera línea de playa. La reclamación, que se presentó en enero de 2014, un año después del cierre de la discoteca, aún no ha sido resuelta por el ayuntamiento.
Ahora, en otro documento remitido al consistorio, Becos señala que «es público y notorio» que, debido a la delicada situación de la hacienda, local, el ayuntamiento no está en condiciones de pagar esos dos millones de indemnización. Por eso los propietarios de Cocoloco anuncian su disposición «a desistir» de esa reclamación y de otras demandas que pudieran presentarse a cambio de que al ayuntamiento inicie los trámites para volver a disponer de la licencia de apertura. No se pide una autorización definitiva, sino exclusivamente para el tiempo que transcurra hasta que se pueda abrir una nueva discoteca en la futura zona de ocio de la playa de Gandia, situada junto al Club de Tenis, que aún está pendiente de urbanizar.
La petición de Becos al Ayuntamiento de Gandia no es en absoluto sencilla. El cierre de Cocoloco se produjo nada menos que por una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que prohibió las discotecas en la primera línea de la playa, de manera que se necesita la complicidad de la Generalitat para revertir aquel acuerdo. Además, de hacerse así cualquier empresa que reúna las condiciones legales podría abrir discotecas en la turística y atractiva primera línea de la playa gandiense.
Cocoloco cerró precisamente para evitar escándalos y ruidos en la zona más frecuentada por los turistas y no turistas de la playa. Durante años los vecinos de las viviendas situadas alrededor, especialmente los de la Colonia Ducal, exigieron el fin de la actividad.
