La Policía Nacional de Gandia logró evitar el pasado domingo que un hombre de 59 años apuñalara a otro, que convivía en la misma vivienda, después de que la víctima le recriminara que golpeara a su mujer empujándola contra un armario.

El agresor, que fue detenido, ha quedado acusado de malos tratos en el ámbito familiar y de amenazas tras propinar un empujón a su mujer contra un armario durante una discusión, según informó ayer la Policía Nacional.

En este caso, el presunto agresor también intentó clavar un cuchillo de 15 centímetros a uno de los inquilinos del piso donde se encontraba la pareja. El móvil de esa agresión fue que la víctima, al observar la situación, intermedió manifestando que no quería problemas en casa y le pidió que dejara de agredir a su mujer.

Los hechos ocurrieron el domingo por la tarde, cuando los agentes policiales que realizaban labores de prevención fueron alertados por la Sala del 091 para que se dirigiesen a una vivienda donde al parecer una persona había amenazado a otra y le había intentado clavar un cuchillo.

Los agentes se dirigieron al lugar y averiguaron que momentos antes en un domicilio un hombre había comenzado a discutir con su pareja y en el transcurso de la misma le había propinado un empujón contra un armario.

«Te lo voy a clavar»

Al mediar otro de los inquilinos del piso, el hombre cogió un cuchillo que tenía encima de la mesita y manifestó: «te lo voy a clavar», al mismo tiempo que intentaba clavárselo en el abdomen, aunque no lo consiguió al ser agarrado por la muñeca.

Pese a eso, el agresor logró zafarse de este hombre y nuevamente trató de arremeter de nuevo con el cuchillo. Suerte que la víctima consiguió sujetarle las muñecas y consiguió salir de la habitación, encerrándose en el comedor de la vivienda, desde donde llamó a la policía con el teléfono móvil contando lo que pasaba.

La patrulla, cumpliendo el protocolo existente para atajar la violencia machista, acudió inmediatamente al lugar y se encontró con el agresor y el agredido, deteniendo al primero y tranquilizando al segundo. El detenido, que ya tenía antecedentes policiales, pasó a disposición judicial.

Este es un nuevo caso de una persona que pone en riesgo su propia vida por recriminar otra que agreda a su pareja.