Una avería en una línea de 20.000 voltios que suministra de electricidad a la localidad de Villalonga, de más de cuatro mil habitantes, dejó sin servicio durante siete horas a gran parte de la población.

La incidencia tuvo lugar poco después de las 11 de la mañana, cuando viviendas y empresas se quedaron sin luz. Todos pensaron que se trataba de algo pasajero, pero el tiempo fue discurriendo sin que este servicio esencial se restableciera.

Según señaló la empresa Iberdrola, los técnicos desplazados inmediatamente al lugar no hallaron el lugar de la avería porque se trata de una línea subterránea en la que determinar ese punto es mucho más complejo que cuando los cables van por el aire.

En bares y comercios, especialmente carnicerías, supermercados y aquellos que disponen de productos congelados o refrigerados, se pasó de la sorpresa a la impaciencia y, después, a la indignación, abrumados por las posibles pérdidas si el corte eléctrico se mantenía durante mucho tiempo.

El corte afectó aproximadamente a tres cuartas partes del casco urbano, incluyendo el supermercado de Mercadona situado en el paseo. La empresa Dulcesol y su entorno de naves industriales no sufrió el corte.

Consciente del problema, y a la vista de que detectar la avería y repararla iba para largo, Iberdrola optó por desplazar generadores de gasóleo. Aproximadamente a las 6 de la tarde la electricidad se fue restableciendo hasta completar toda la zona afectada. Como es natural, entre los vecinos no se hablaba de otra cosa, y quien más quien menos se las ingenió para, al menos, disponer de luz en sus locales y, pese a la precariedad, seguir trabajando.