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La Gandia que alumbró el Urban

El ayuntamiento remite a la UE la memoria de las reformas urbanísticas y actuaciones sociales promovidas a ambos lados del barranco de Beniopa entre los años 2008 y 2015 - Se invirtieron 14,3 millones de euros, el 70 % de los fondos Feder

el antes y después de algunos proyectos da una idea de lo que ha significado el Urban para la regeneración de estos barrios, especialmente en el distrito de Santa Anna. En las imágenes superiores el aspecto final, y en las inferiores el estado anterior a las obras. yCalle Sagrat Cor de Jesús, con un presupuesto de 2.088.861 euros.yPlaza Inclinada y pasarela de acceso, donde se invirtieron 411.028 euros.yEl Parque Periurbano, con casi 1,5 millones de euros, es otra de las obras con mayor presupuesto del Urban.yPara la remodelación a ambos lados del barranco de Sant Nicolau se destinaron 920.000 euros. En las imágenes, un margen de la calle Pinet, junto a la entrada norte de la ciudad, y zonas verdes junto al PAI. Otras actuaciones realizadas son la plaza de Santa Anna (620.000 euros); la adecuación de sus accesos (528.653 euros) y el centro de formación Urbalab, que tuvo una inversión inicial de 234.000 euros. f rafa andrés, j. c. y levante-emV

Un maná europeo de 14,3 millones de euros que el Ayuntamiento de Gandia ha sabido aprovechar en los últimos ocho años para revitalizar los barrios de Santa Anna, Beniopa y la Plaza El·líptica, al oeste de la ciudad, que hasta entonces habían sido los «hermanos pobres» en inversiones. Así se puede resumir la Iniciativa Urban, un programa europeo para reformas urbanísticas, sociales y de formación que Gandia consiguió en 2008 y que finalizó el pasado 31 de diciembre de 2015.

La cantidad total invertida ha sido de 14.319.198 euros. Todos los proyectos fueron cofinanciados al 70 % por la Unión Europea, a través de los fondos Feder, mientras que el Ayuntamiento de Gandia puso el 30 % restante. Durante este tiempo, el Urban se ha ejecutado con dos gobiernos locales diferentes; el de Orengo y el de Torró, sin que ello condicionara la buena marcha del programa.

Los técnicos municipales repasan ahora las actuaciones realizadas, para remitirlas a la Unión Europea. Las obras son la parte más vistosa y lo que quedará para la posteridad, aunque el programa también llevaba asociadas medidas complementarias para mejorar el empleo, la calidad de vida y reducir la desigualdad social en el área de influencia de estas barriadas.

Además de Gandia, otras ciudades beneficiarias de la Iniciativa Urban fueron Torrent, para la remodelación del distrito del Xenillet, y Alicante, que destinó las ayudas para el barrio de Juan XXIII. En aquél momento se quedaron fuera Valencia, que quería fondos para el barrio de Russafa, y Elx. En Gandia, el Urban ha supuesto la segunda gran inyección económica para la ciudad en materia urbanística, después del Programa de Renovación Urbana y Ambiental de Gandia (PRUA), que entre los años 1996 y 2011 supuso una inversión total de 36,5 millones de euros gracias a un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones.

No fue una casualidad que se pensara en estos barrios. Santa Anna estaba estigmatizado por sus viviendas precarias y el elevado índice de delincuencia, a pesar de que durante el mandato de la exalcaldesa Pepa Frau el ayuntamiento comenzó a adquirir viviendas vacías o precarias para derribarlas. En Beniopa, ambos márgenes del barranco de Sant Nicolau pedían a gritos un nuevo tratamiento paisajístico.

Las principales obras realizadas han sido la reforma de los márgenes del barranco, la remodelación de la plaza de Santa Anna y calle Sagrat Cor, y la creación del Parque Periurbano, un nuevo pulmón que ha convertido a la montaña que rodea la ermita en la mayor zona verde de la ciudad.

Respecto al barranco de Sant Nicolau, se renovaron las barandillas y se crearon zonas verdes y espacios de descanso para favorecer un uso más residencial, desplazando en lo posible al tráfico rodado. El barranco está jalonado por pequeñas plazas, contenedores soterrados, bancos, farolas propias y pasos para discapacitados señalizados.

En la reforma de la plaza de Santa Anna se invirtieron 620.000 euros. Se renovó un espacio que se había deteriorado con el paso del tiempo y se logró un espacio más diáfano. La nueva plaza respeta la la forma de grada de la anterior construida en los años ochenta, pero con una reinterpretación más moderna que incluso permitió dotarla de plazas de aparcamiento. En el punto de conexión entre la plaza y la avenida que conecta con el resto de Gandia, se erige un elemento escultórico del artista local Joan Sapena.

La calle Santa Anna pasó a tener un sólo sentido de circulación, y también se adecentó la calle Natzaret, eliminando palos telefónicos que impedían la circulación rodada. La calle Sagrat Cor ha cambiado radicalmente, y es ahora un vial que une la ciudad, el barrio y la montaña. Más arriba está la Plaza Inclinada, terraza urbana desde la que se puede divisar el barrio y buena parte de la ciudad.

Las zonas de máximo desmonte se solucionaron con abancalamientos construidos con roca calcárea. Una pasarela conecta la malla de senderos con el Parque Periurbano, donde se plantaron especies autóctonas como del bosque maduro mediterráneo, como el pino, la encina o el olivo. En la cima está situado el mirador Federico García Lorca, que jerarquiza los diversos espacios.

Un entorno más amable

En definitiva, el plan Urban ha sido la guinda para el PAI de Santa Anna, que promovió el ayuntamiento con la intención no sólo de generar más suelo residencial sino de albergar equipamientos como el Palacio de Justicia o el centro de día para enfermos de Alzheimer.

La próxima gran convocatoria europea será el Urban-4, a la que también concurre Gandia, aunque tendrá un serio rival: la ciudad de Valencia, que ha presentado su «candidatura» para regenerar el barrio del Cabanyal.

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