Aunque en la gran mayoría de municipios de la Safor el plan de inversiones de la Conselleria de Educación para la construcción o rehabilitación de colegios e institutos y la retirada de barracones ha sido como un premio importante de la lotería, en la Font d'en Carròs ha habido cierta decepción. Y es que, si había unos vecinos que esperaban con impaciencia la resolución de este listado por el pésimo estado en el que se encuentra su colegio,eran los fonteros. Sin embargo, la Generalitat solo ha incluido una «rehabilitación» de un deficiente edificio construido a principio de los 60 cuando esperaban que aprobar la construcción de un nuevo edificio.

El gobierno local, del PSPV-PSOE, pese a todo, no tira la toalla. No se resigna a perder un tren que permitirá que los alumnos del municipio, por fin, puedan estudiar en las condiciones adecuadas.

Ayer, el alcalde, Pablo Puig, se puso en contacto con la conselleria para que le dieran una explicación. Tras hablar con representantes del departamento se mostró más esperanzado. Según comentó a Levante-EMV «me han transmitido que el hecho de que en el listado aparezca como 'rehabilitación' no significa que no se vaya a construir un nuevo edificio, lo que ocurre es que la conselleria no tiene valoradas las necesidades reales del centro».

Así, lo que ocurrirá ahora es que técnicos de Educación visitarán próximamente la Font d'en Carròs donde evaluarán el estado del edificio y elaborarán un informe en el que se basarán para decidir si se rehabilita o se construye un nuevo.

Pese a eso, no tranquilo, Puig ya ha solicitado una reunión al departamento que dirige Vicent Marzà. De momento, ya se ha adelantado y ha remitido una lista con las importantes deficiencias que desde los servicios técnicos municipales han constatado en el centro. «Independientemente de lo que me han dicho por teléfono, queremos sentarnos a hablar con ellos y nos digan si están dispuestos a levantar un nuevo edificio».

Pero el disgusto del Ejecutivo socialista de la Font va más allá. No entienden cómo, un centro que sufre un evidente y serio estado deterioro no se acometerá hasta el segundo semestre de 2018. En concreto, denunciaron, está el 94 de una lista de 124 prioridades. Por ello reclamarán que se acorten los plazos y que la construcción del nuevo colegio se lleve a cabo antes de lo previsto por el Consell.